El informe de Milenio, luego de un análisis realizado, advierte que en el país existe una “permanente inseguridad jurídica, a causa del aprovechamiento ilegal de madera y desmontes de las áreas con planes de manejo y de conflictos de propiedad de las áreas con terceros”, lo que afecta a esta industria manufacturera.
Señala que esta situación produce “constantes dificultades para encontrar compradores nacionales e internacionales, además de no tener proveedores de materia prima confiables”.
Esta situación, agregó, “ha ocasionado el cierre de carpinterías que trabajan con el insumo de la madera, especialmente en el eje troncal: Santa Cruz (320 empresas), Cochabamba (180 empresas) y La Paz (500 empresas)”.
En pasados días, los carpinteros de las ciudades de El Alto y La Paz expresaron sus quejas por la escasez de madera y “por los elevados precios con los que la comercializa la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT)”.
Según información de la Cámara Forestal de Bolivia, la escasez del insumo causó la pérdida de 6.000 empleos directos en el sector.
PROBLEMAS
El estudio de Milenio identifica como otros problemas que afectan a la manufactura en madera la inexistencia de incentivos para trabajar con maquinaria de calidad, que asegure las operaciones forestales, y los incumplimientos en los acuerdos comerciales y encarecimiento en los costos.
También se advierte que la falta de incentivos, capital y calidad de recursos humanos para optimizar los niveles de producción, transformación y comercialización, impide el mejoramiento de la cadena productiva y el sector forestal se mantiene estancado.
Datos del IBCE y de CFB indican que el potencial de exportación boliviano a mediano plazo es de 400 millones de dólares, y con adecuadas políticas públicas y seguridad jurídica, su aporte podría llegar sin dificultad a los 1.000 millones de dólares al año. Con este nivel de exportación se generarían más de 250.000 fuentes de empleos.
El Producto Interno Bruto de Bolivia (PIB) en el año 2012 alcanzó un valor nominal de 25.115 millones de dólares, y el sector manufacturero contribuyó en 10 por ciento, es decir 2.590 millones de dólares, de los cuales el sector forestal formal (productos maderables y no maderables) aportó con 151 millones de dólares.
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