Desde la Aduana Nacional se indica que si la venta de esas prendas persiste, es porque la mercadería ingresa vía contrabando. Mientras que los comerciantes, que son alrededor de 700, dicen que si la Aduana haría controles más estrictos, no ingresaría la ropa usada desde la frontera con Chile.
Mercadería que sigue llegando
Cabe recordar que el Decreto 28761 prohibió la importación de prendas usadas a partir del 21 de abril de 2007. Mientras que la comercialización estaba impedida desde el 1 de marzo de 2008.
Sin embargo, la norma no se cumple, la mercadería sigue ingresando a Bolivia y en ocasiones es decomisada por instancias como la Aduana Nacional. En el caso de Tarija, desde el 2009 se confiscó cerca de tonelada y media.
Las incautaciones de ese producto, según el gerente interino de Aduana Regional, Marcelo Miranda Guerrero, fueron en la ruta que unen a Tarija con el norte del país.
Miranda indicó que esa ropa no es rematada por la Aduana, como ocurre con otros productos, sino que se contrata a una empresa para que ésta la triture y la emplee como relleno de colchones.
El pasado año, según Miranda, se convocó a las empresas que quieran hacerse cargo de ese trabajo, sin embargo, ninguna se presentó y en este 2013 se volverá a hacer el requerimiento.
Explicó que debido a que la cantidad decomisada en Tarija es menor a la de otros departamentos, no hay empresas que se interesen para hacer ese trabajo de trituración.
Según la Aduana Nacional, la mayor cantidad de decomisos son realizados en las fronteras de Oruro y La Paz, porque la ropa usada proviene de Chile.
Si aún hay ropa usada en Bolivia, a decir Miranda, es porque ésta ingresa por contrabando, ya que es difícil el control por la amplitud de las fronteras.
Responsabilizan a la Aduana
Tanto el dirigente de la Federación Departamental de Gremiales, Teodoro Alejandro Flores, como el de una de las asociaciones de comerciantes de ropa usada, Richard Conde Condori, responsabilizaron a la Aduana Nacional el hecho de que en Bolivia esté vigente la venta de ese producto.
Coincidieron al indicar que si entidad hiciera un control estricto en las fronteras, se cumpliría la normativa que prohíbe la importación y comercialización de ese tipo de prendas.
Recursos para reconversión
Conde recordó que hace seis años, el Gobierno Nacional destinó 81 millones de bolivianos para entregar a los comerciantes de ropa usada, en forma de créditos, para que cambien de rubro. Pero aseguró que en Tarija ninguno de los vendedores se benefició con esos recursos.
El dirigente de los gremiales reconoció que la comercialización de prendas usadas compite con la venta de ropa nueva que es de producción nacional. Sin embargo, considera que no se podrá cambiar de rubro, mientras no haya fuentes de empleo como alternativa.
Conde aseguró que los comerciantes de ropa usada en Tarija traen la mercancía de Oruro y La Paz, y que no son ellos los que importan, sino que otros de su sector.
El dirigente indicó que hace seis años había un stock de cerca de 180 toneladas de ropa americana en Bolivia, cuya venta estaba calculada para 12 años. Aseguró que ésa es la mercancía que se vende actualmente.
Cabe recordar que el 16 de abril, vendedores de ropa usada salieron a las calles y exigieron la abrogación del Decreto 28761, que prohíbe la importación y venta de ropa a medio uso y que, según uno de los dirigentes, “relocaliza” a los miembros del sector.
(NOTA DE APOYO)
Hay cerca de 700 vendedores de ropa usada
VIRGINIA VELASQUEZ P./EL NACIONAL
En la ciudad de Tarija hay aproximadamente 700 comerciantes de ropa usada, quienes están organizados en cuatro grupos: la Asociación Mixta Andaluz, Litoral, “12 de Febrero” y “1º de Febrero”.
El Gobierno Municipal permite las ferias locales de comercialización de ropa americana, debido a que, según el intendente Nelson Ruiz, ese sector consiguió de las juntas vecinales el permiso para realizar esa actividad.
Los comerciantes tienen días y lugares específicos para su actividad. Los sábados la feria es en el barrio La Pampa, los martes en Senac, los miércoles en el barrio Avaroa y los jueves en San Bernardo. Además hay lugares fijos de venta, como la zona del Mercado Campesino y del Mercado Bolívar.
El trabajo que corresponde a la Intendencia, según Ruiz, es el ordenamiento de los puestos de venta y el control para evitar la comercialización de ropa interior y de ropa vieja.
Aseguró que en anteriores ocasiones decomisaron ese tipo de producto. Sin embargo, ahora, después de los controles que hizo esa unidad municipal, ya no hay más venta de ropa interior ni prendas viejas.
losDATOS:
Los Bs 81 millones para reconversión de actividad no cumplió su objetivo
En Tarija hay 700 comerciantes de ropa usada agrupados en cuatro asociaciones
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