El Ejecutivo afirma que la regulación de al menos siete productos -arroz, azúcar, leche, pollo, maíz, harina y pan- mediante subsidios directos logró bajar sus precios, lo que derivó en un ahorro para cada familia de más de mil bolivianos en 2012.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Demetrio Pérez, y el analista Armando Méndez coinciden en que esta regulación beneficia sólo parcialmente al consumidor final.
“Creo que beneficia poco a la población; quienes se están beneficiando son los rescatadores. El excedente lo paga el productor, no las industrias”, explicó Pérez.
Méndez considera que también se favorecen los empresarios y en el caso del pan los panaderos con la subvención del precio de la harina.
Por tanto, el mayorista es quien más gana con el “precio justo” porque compra el producto a un precio menor al del mercado para venderlo al detalle a los consumidores.
Pérez citó como ejemplo al sector soyero, al explicar que los rescatadores o mayoristas pagan menos a los productores por los productos derivados de la soya. “Al final, el pollo terminó subiendo. La medida no era tan perfecta y no es porque la soya haya subido. No bajó el precio de la soya, pero sí el de los derivados”, señala el productor.
Méndez recalca que los controles de precios y subsidios crearán dificultades a futuro. “Estamos creando un problema porque igual, en algún momento, hay que aumentar el precio. Como el caso del pan, cuyo precio es irreal”, precisa.
Coincidieron en que la política de mantener bajos los precios de alimentos esenciales de la canasta familiar desincentiva la producción, porque las empresas reducen la oferta.
Para las familias que se dedican al cultivo de arroz, la regulación es un obstáculo para la expansión de la superficie cultivable, que se suma a los problemas climáticos y a la falta de tecnología, argumentó el presidente de Anapo.
Tanto el empresario como el economista opinan que la mejor política es dejar que el mercado se regule sólo, mediante la oferta y la demanda.
Según el empresario Pérez, lo que debería hacer el Gobierno es liberar las exportaciones, ampliar la frontera agrícola, reformular el Plan de Uso de Suelos y abrir mercados, entre otras medidas. Las políticas de control de precios y de la exportación de alimentos rigen desde 2007.
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