Pablo Antelo, presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), confirma que las exportaciones forestales cayeron de $us 85 millones a 70 millones, entre 2011 y 2012. Esto por la crisis inmobiliaria originada en Estados Unidos.
A ello se sumó la escasez de la materia prima, la madera, por los rígidos e intensivos controles que hace la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), la falta de diésel para el tiempo de la zafra y la mala jugada del clima, que acortó más la cosecha.
“El que mejor se adapte a las nuevas situaciones es el que sobrevive”, indica Antelo. Y la realidad lo demuestra así, pues en estos dos últimos años, alrededor de un 15% de las 15.000 unidades productivas que trabajaban en el sector ha tenido que morir, sobre todo, pequeñas y medianas empresas.
Empresas esforzadas
Jorge Ávila, gerente general de la CFB, señala que muchas empresas han tenido que reducir sus costos, disminuir personal y las que exportan orientaron su producción al país. “La venta interna ha salvado en gran medida a varias empresas”, afirma.
Industria Forestal Colser, es una empresa que exporta decking a Estados Unidos, una madera procesada que se usa como piso para exteriores. En ese su principal mercado sus ventas se derrumbaron hasta un 23%.
Sin embargo, Pedro Colanzi, gerente general de la empresa, manifiesta que el mercado interno se ha convertido en un gran aliado que amortiguó esa caída. “Las ventas en el mercado interno no eran ni del 10%, pero crecieron hasta el 30%”, asegura.
Ademas, Colanzi señala que la escasez de la madera hizo que en el país se haya podido ofertar productos con mejores precios, que fueron demandados por el mercado inmobiliario boliviano, como son muebles, puertas, marcos, entre otros.
Además, su empresa fortaleció sus ventas al mercado argentino, que en 2012 absorbió el 40% de sus exportaciones.
“Tuvimos que empezar a tomar decisiones rápidas y una de esas fue obtener la certificación forestal (FSC), que garantiza que nuestros productos provienen de un bosque manejado responsablemente”, indicó Colanzi, agregando que eso les dio a las empresas extranjeras más posibilidad de vender sus productos.
El empresario también revela que tuvieron que disminuir un poco sus precios, para que sus antiguos clientes internacionales sigan comprando, aunque en menores volúmenes.
Otras empresas fueron aún más afectadas, pero se las ingeniaron para seguir siendo rentables. Muebles Hurtado, una firma con 60 años de vida, disminuyó sus ventas al mercado de Estados Unidos en un 50% entre 2011 y 2012, pero no solo por la crisis externa, sino porque tuvieron que incrementar los precios de sus productos.
Su gerente general, Nicolás Hurtado, señala que los precios de la madera en el mercado interno subieron entre un 100 y 150% por la escasa oferta y la alta demanda. “Para salir adelante, tuvimos que planificar compras de madera con seis meses de anticipación y ser más eficientes en la producción, para evitar que los costos de producción sigan subiendo”, expresa.
Potenciaron su fuerza de ventas en el mercado interno, haciendo más publicidad, lanzando nuevos productos y trabajando mucho en márquetin.
Por ello, en 2012 las ventas de Muebles Hurtado crecieron un 25%. “Fue un buen año. Hicimos mucho trabajo en el mercado local para recuperar nuestro liderazgo”, sostuvo.
La poca oferta de madera en el país y sus buenos precios hicieron que surjan otras empresas en la industria. Ese es el caso de Yvyraguazú, una empresa que se formó a inicios de 2012.
“El desabastecimiento de la madera se abrió como un nicho interesante para nosotros y es al que nos hemos dedicado a proveer”, señala Eduardo Herrera, gerente comercial.
La empresa, que opera en el Bajo Paraguá, produce y comercializa madera a barracas y redistribuidoras. “Vendemos a un precio más bajo de lo que el mercado general lo recibe, de manera continua y todo dentro de la norma”, sostiene Herrera.
Otra empresa que se creó este año es Lozano Mad, que se dedica a la comercialización de madera en Santa Cruz. Además, en un corto plazo prevé fabricar pisos para proveer a las constructoras de La Paz.
Presentan una nueva colección
En 2012 Muebles Hurtado lanzó nuevos productos para el hogar. Este año quiere fortalecer su línea de muebles para la oficina.
Nicolás Hurtado Gerente general de Muebles Hurtado
Otras claves
Los muebles suben de precio
1 Un producto unitario vale más que afuera
Nicolás Hurtado revela que un mismo mueble en el país cuesta más que en Estados Unidos. Explica que en el país norteamericano lo compra un mayorista, pero que cuando ese producto se venda al consumidor, como producto unitario, su valor sube hasta tres veces.
2 El mercado externo genera venta segura
Hurtado acota que el mercado externo es atractivo por la cantidad de productos que se exporta y por la seguridad que ofrece. Dice que si el mercado interno se cae, el externo seguirá ahí.
3 Certificaciones e innovación continua
Las certificaciones forestales, como la FSC ayudan a abrirse mercados externos, pero la innovación permanente los aseguran. Los diseños minimalistas y de líneas rectas están vigentes.
4 Las ferias y ruedas son un aliado
Ferias como la Expocruz y la Expoforest son claves para mostrarse al mercado nacional. Las ruedas de negocio abren puertas al mundo
5 Ofrecer maderas de otras especies
Eduardo Herrera señala que su empresa busca proponer nuevas especies para preservar el bosque, como el canelón, el sauco, el verdolago del Bajo Paraguá, que son una opción al tajibo. Además, su costo es menor.
6 El uso de una página web ayuda
Una manera de mostrar los productos maderables, no solo al mercado nacional sino internacional, es por medio de un sitio web. La Internet es una herramienta cada vez más eficaz.
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