Boris Suárez, director de La Óptica, empresa que posee esta nueva tecnología, aseguró que es el primer emprendimiento en el país y que se lo implementa este mes como regalo para Santa Cruz.
Se trata de un laboratorio que elabora lentes de forma digital, personalizada y exacta y no artesanal. Esto significa que se saca información del usuario (medida, espesura y montura), y la máquina reproduce toda esta información en los lentes. Posee una exactitud muy alta.
“La idea es que el usuario tenga un proceso natural como el que tuvo antes de usar lentes; es una tecnología muy exacta, es decir que el cliente no precisa un tiempo para acostumbrarse a sus nuevos ojos, en cuanto se los coloca ve bien”, acotó Suárez.
La tecnología Free Form puede producir superficies complejas con un alto nivel de precisión. Los generadores tradicionales aproximan la graduación solicitada por el oftalmólogo al molde más cercano que tienen, ocasionando que muchas veces la graduación que se obtiene no coincida con la que necesita el paciente.
En el proceso digital, una máquina toma las medidas de los lentes y de las pupilas de la persona, luego pasa esa información a un software que la complementa con la de la receta médica, dando medidas exactas. Del tallado, con medidas y espesor exactos, se encarga otra máquina. Luego el lente pasa al pulido y, por último, al sistema antirreflejo.
La primera fase de este laboratorio digital, conformado por ocho máquinas, costó $us 300.000 y la segunda $us 600.000, haciendo una inversión total de $us 900.000.
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