El trueque de recursos naturales por financiamiento es parte de la “pragmática cooperación económica” que aplica la República Popular China en Latinoamérica, dijo Huan Shi Kang, exembajador de China en Chile, a los 47 asistentes al “Taller para funcionarios de la prensa y periodistas latinoamericanos”, organizado por el gobierno de esa nación, que se celebró en Beijing del 15 de mayo al 4 de junio de este año.
“China aumentó la financiación (a) Venezuela a cambio del abastecimiento diario de entre 380 y 500 mil barriles de crudo; otorgó un crédito de $us 10 mil millones a Brasil a cambio de la entrega de 150 a 200 mil barriles diarios de crudo; concedió un crédito de $us 1.000 millones a Ecuador a cambio (la provisión de) 50 mil barriles diarios de crudo”, añadió a modo de ejemplo.
“América Latina —apuntó— posee grandes cantidades de muchos importantes recursos de los que carece China para su construcción económica”.
Según estudios independientes en los últimos seis años, China habría otorgado unos $us 75 mil millones en créditos a países de América Latina y el Caribe.
Inversión. Los otros pilares de esta política hacia América Latina son la financiación como motor para promover el comercio y la inversión en los sectores de energía, agricultura, infraestructura y recursos naturales. De hecho, empresas chinas se adjudicaron yacimientos petroleros en Venezuela, Ecuador, Colombia y Perú que “podrían constituir en el futuro una capacidad productiva de 50 millones de toneladas de petróleo”, dijo Huan.También lograron la concesión de siete grandes proyectos mineros, por un valor total de $us 6 mil millones y se adjudicaron 30 proyectos para la construcción de infraestructura en la región por un valor mayor a $us 10 mil millones.
Las inversiones chinas en la región han ido en aumento y de $us 4.200 millones a fines de 2006, llegaron a $us 10.900 millones en 2010, lo que representa el 18,8% del total de las inversiones de este país en el extranjero.
El valor del intercambio comercial, sin embargo, sufrió los embates de la crisis financiera internacional (ver cuadro). Pero, “mantuvo un crecimiento anual promedio de 37,9%. Aunque afectado por la crisis financiera internacional, no ha dejado de registrar un crecimiento tan alto”, apuntó el expositor.
Sin embargo, sólo un país latinoamericano figura en la lista de sus principales fuentes de importación (Japón, República de Corea, los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia, Taiwán, Rusia, Hong Kong y Brasil). Hacer negocios con China no es fácil, admitió Huan, que enumeró los problemas de la compleja relación: la enorme distancia geográfica, el idioma, el costo del transporte, las medidas proteccionistas aplicadas por algunos países, la falta de conocimiento y confianza mutuas y, sobre todo, las “informaciones negativas sobre China”, que son presentadas —dijo— como una amenaza para las industriales locales.
Pero a esta nación no sólo le interesa el lazo comercial con Latinoamérica, sino cuida los vínculos políticos con sus gobiernos para actuar en bloque en los escenarios internacionales. De ahí que la estrecha cooperación en los asuntos internacionales y regionales fue destacada por el expositor, sobre todo la referida a la alta tasa de coincidencia (más del 90%) en la votación de las organizaciones internacionales y el apoyo mutuo en temas tan diversos como el bloqueo estadounidense a Cuba, las reivindicaciones de Argentina sobre las Islas Malvinas, el enfrentamiento de la crisis financiera internacional, el trato preferencial y diferenciado a las economías pequeña, la cuestión del Tíbet o el cambio climático.
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