En un comunicado público, el sector explica que la naturaleza de sus operaciones es diversa, porque existen empresas grandes y pequeñas que están en diferentes sectores de la producción.
“Cada empresa tiene una problemática diferente, por lo que el tema salarial debe ser tratado de manera directa con los trabajadores, asegurando además de un incremento razonable de los salarios, la sostenibilidad de las fuentes de trabajo y las perspectivas de crecimiento de la empresa”.
En ese sentido, los industriales bolivianos manifestaron que el aumento del 7 por ciento al salario básico y del 18 por ciento al salario mínimo nacional, por ejemplo, para un trabajador que percibe Bs 1.000 y con una antigüedad de ocho años, tendrá un impacto en torno al 10,5 por ciento, puesto que se deben ajustar el bono de antigüedad, los aportes sociales, de vivienda, aguinaldo y previsiones por indemnización.
“Los aportes en el sector industrial alcanzan casi al 18 por ciento, el más alto en relación a otros sectores, razón por la cual los industriales son los más afectados”.
Los empresarios agregan que “estamos de acuerdo con la reposición salarial y mejora, pero el sector industrial estaría en dificultades para cumplir por los problemas de estancamiento estructural y coyuntural”.
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