“Esta vez estamos a la cola de los países en crecimiento industrial”, se debe tomar en cuenta que la industria no se desarrolla sola, hay un entorno en el que se desarrolla y merece un diagnóstico y una evaluación de parte de todos los agentes con los que se coparticipa en la economía del país.
Dijo que muchas veces los medios de comunicación se interesan en reflejar temas como el crecimiento económico, las actividades de la industria, el aporte al Producto Interno Bruto (PIB) nacional; por tanto se realizó un análisis que concluyó en una evaluación que no es alentadora, las cifras de las últimas gestiones en cinco años muestra un descenso.
Explicó que la industria boliviana tuvo un crecimiento, en el año 2006, mayor a la media del PIB con un aporte de 8,09%, luego los siguientes años se observa que la tendencia fue declinando y bajando el aporte del PIB de su sector.
Agregó que la gestión 2010 se llegó a una cifra del 2,59%; o sea casi a la mitad del PIB total, el crecimiento sectorial es bajo, preocupa y a nivel latinoamericano está por debajo de la media.
Comentó que el año 2010, Bolivia estaba en sexto lugar en Latinoamérica, El Perú registró un desarrollo de 13,6%, Brasil 10,5% de crecimiento industrial, cifras por encima de los dos dígitos; argentina 9,8%, “crecimientos envidiables; Bolivia manifestó apenas 2,59%, cuando la media sudamericana es de 4,77%.
CAUSAS
El subgerente económico de la CNI, Jorge Luis Ríos manifestó que, entre las causas para la situación actual de la industria están la burocracia estatal, a través de las importaciones, los trámites, la competencia y la política laboral; también las políticas públicas mediante la intermediación del Estado, el monopolio de los servicios públicos como la electricidad y el gas natural, principalmente.
Agregó que existe preocupación por la relación existente entre el valor agregado del sector industrial y el total del PIB, y que a partir del año 2006 se observa un decrecimiento constante.
Aclaró que la industria tiene importancia en el crecimiento del PIB nacional, sin embargo ahora está decayendo. Recordó el espíritu del Plan de Desarrollo que habla de la revolución productiva, pues la realidad contradice; cada vez el sector industrial no tiene fuerza para impulsar el desarrollo económico de Bolivia.
El crecimiento del sector, en pasados años, se debió a una mayor ocupación de la capacidad instalada en las fábricas y no, necesariamente, a nuevas inversiones en la industria, es una situación que preocupa; para que el crecimiento sea sostenido se requieren mayores inversiones.
Agregó que desde el 2010 y hasta junio se observa una tasa de crecimiento industrial por debajo del 4% que representa la mitad del crecimiento del PIB.
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