Nada mejor que el olor agradable y el exótico sabor de una bebida suave que deleita a todos los sentidos. El chocolate fue considerado un afrodisiaco. De este producto se dice que tiene la capacidad de detener el avance del tiempo en el ser humano.
“En Bolivia, El Ceibo es el único cacao que cumple con los requisitos de una completa cadena productiva. Los productores plantan sus semillas, cosechan sus árboles, secan, fermentan, tuestan los frutos y lo empacan como producto acabado“.
Francisco Reynaga es el presidente del Consejo Administrativo de El Ceibo y habla con legítimo orgullo de su cooperativa.
Hace 34 años. El 5 de febrero de 1977 se fundó la cooperativa bajo una estricta regla interna, las personas ajenas a los productores no pueden afiliarse.
Recuerda Reynaga que “nuestros padres vendían la semilla de cacao a intermediarios. Hábilmente, éstos hacían productos acabados con nuestra semilla en Sucre. Hasta que tuvimos la iniciativa e hicimos el bollo, nuestro primer chocolate artesanal en un molino de piedra que conservamos”.
En 1985, nació el primer producto: El Ceibolito. Vieron que la necesidad de la gente era exigente y decidieron mezclarlo con leche, quinua y amaranto. Paralelamente, empezó la exportación de manteca de cacao, cocoa y cáscara del fruto que en otros países se utilizaba como té. En 1995, aumentó la producción en casi un cien por ciento. Desde 2008 se producen chocolates finos con un 75 por ciento de cacao puro.
Prebeneficiado del cacao. Para que el chocolate sea excelente, todo cacaotero sabe que hay tres pasos que deben seguir, es el prebeneficiado.
Reynaga destacó que este proceso consiste en “la cosecha del grano, hecha de los frutos maduros; el fermentado, que es la extracción de la pulpa blanca del fruto, y el secado en enormes mesas adecuadas donde se exponen los granos al sol”.
UN exótico acabado. Con más de 40 productos en la industria, Reynaga mencionó cuatro líneas exclusivas. “A las barras de chocolate se logró añadir partículas de sal, traídas desde Uyuni; pedazos de granos de café de las catas más sobresalientes; partículas de cacao enteros y, finalmente, la barra hecha de cacao salvaje, de una calidad extremadamente pura que proviene de comunidades de mosetenes que trabajan en forma organizada”.
Estos chocolates se tuestan al estilo europeo. Se les añade azúcar orgánica traída de Paraguay, leche PIL, quinua de la Asociación de Productores de Bolivia y amaranto orgánico de Irupana. El 50 por ciento del producto se vende en el mercado interno y, con la misma marca, el producto se envía al exterior.
EL valor agregado. En Sapecho, El Ceibo creó la fundación sin fines de lucro PIAF, que con 215 comunidades y 5.600 familias organizadas en cooperativas dedican su actividad al cacao.
La fundación asesora técnicamente a los agricultores de cacao e impulsa el intercambio de conocimientos entre ellos. Un ejemplo destacado es el manejo integral forestal.
Maneja los programas sociales de El Ceibo, como bonos por jubilación, salud y educación. En 2012 egresará una primera tanda de administradores cacaoteros.
La frase
“Conocimos el mundo por el cacao y estoy convencido de que en ningún otro lugar como en Bolivia somos tan privilegiados de tener nuestras plantas y todos sus resultados”.
Francisco Reynaga / PRESIDENTE CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
EL CEIBO CUIDA eL MEDIO AMBIENTE. Tiene 12 hectáreas de plantaciones para las tres toneladas de producto acabado por día (tanto para el consumo interno como externo). Anualmente se exportan 600 toneladas. Tres métodos se utilizan en el área: al plantar cacao, los productores también se dedican al cultivo de árboles maderables, medicinales y frutos exóticos, además de los típicos. El suelo de toda la dimensión plantacional es cubierto por plantas rastreras que en épocas secas se desintegran y sirven de abono que fortifica la tierra, y las lluvias las rebrotan y no permiten el crecimiento de la mala hierba. Se podan los árboles y las ramas quedan en el suelo. Este año, sin embargo, la cosecha fue menor, por el cambio climático que afecta a todo el mundo.
Con calidad y pureza
La cooperativa desarrolla toda una cadena productiva: los granos de cacao más selectos se producen a 200 msnm y el producto final va directo al paladar.
Cosecha de los plantines
Desde 1977, las familias organizadas tienen sus propios plantines y seleccionan los frutos maduros que producen, bajo exigentes normas de control de calidad.
El secado y fermentado
Para que la cadena productiva sea de excelente calidad, será importante que el productor tome en cuenta el secado y el fermento del grano en óptimas condiciones.
ORGULLOSAS VENDEN EL EMPAQUE
Los productos se exponen para la venta en una distribuidora de El Alto. “La gente compra chocolates como si fueran pan caliente. Vienen personas de todas las edades”.
Una cooperativa es:
“Una agrupación voluntaria de personas que trabajan en forma organizada, transparente y democrática para compartir conocimientos”.
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