La petición de anulación fue presentada el viernes en la mañana como respuesta a la decisión de la jueza Betty Nogales de congelar las cuentas de Soboce.
“Nos preocupa mucho que una jueza que ha estado tan poco tiempo en el cargo haya tomado una decisión tan desproporcionada, no sólo de congelar las cuentas, sino de definir la anotación preventiva de la planta de Viacha y de los dividendos que Soboce tiene en Fancesa”, argumentó Gumucio.
A su vez, manifestó que la empresa está tomando todos los recaudos para que sus operaciones no se vean afectadas, tomando en cuenta la producción, el pago a sus trabajadores y el mercado interno de cemento.
Para Soboce la disposición de Nogales está fuera de lugar, pues aún no existe un proceso judicial iniciado en forma previa. “Una jueza que además está suspendida por el Consejo de la Judicatura”, añadió Gumucio.
Por su parte, el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Jaime Ponce, señaló que es necesario analizar la posible disminución de la producción de cemento que sufriría el mercado boliviano.
“Es preocupante, y si (Soboce) va a tener sus capacidades limitadas, la empresa tendrá que ponerse a recaudo y precautelar lo que significa un proceso judicial porque perjudicará probablemente a su producción”, explicó el titular de Caboco.
Ponce añadió que será necesario analizar la situación en función a las situaciones que se presenten a partir de ahora.
Soboce es la principal cementera proveedora de material de construcción en Bolivia y, según la información proporcionada, tiene 5.000 clientes y genera un movimiento económico de 600 mil dólares al día, gracias al cemento y hormigón armado que comercializa en todo el país.
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