La Asociación de Productores Arte Andino, que agrupa a centenares de artesanos de La Paz, denunció por abuso de poder, nepotismo, apropiación ilícita y lucro personal con bienes públicos a la Comisaria del Pabellón boliviano en la Expo Universal de Shanghai Bernardette Calvimonte y a sus posibles cómplices: Cecilia Antezana de Gamboa, Alexander Aponte y Jorge Cerda. En carta al Canciller David Choquehuanca de fecha 27 de julio, Marco Antonio Amurrio Maldonado, Secretario Ejecutivo de la Asociación, denunció que se encuentra en viaje el quinto cargamento de artesanías rumbo a Shanghai, pero la Comisaria Calvimonte apenas ha depositado 16.000 de los 90.000 dólares del primer envío y con precios de Bolivia, porque las ventas las efectúa a un 400 por ciento de su valor y en forma irregular e ilegal debido a que no ha tramitado la licencia de la Expo, que le demandaría depositar el 10% a favor de los organizadores. Amurrio, quien se encuentra en Shanghai hace tres meses sin tener acceso al pabellón boliviano, dice que la Comisaria Calvimonte abre el pabellón a su antojo y lo cierra cuando hay inspección, para que las autoridades chinas no detecten las ventas fraudulentas de artesanías bolivianas que efectúa para su propio provecho.
La carta de Amurrio señala que Bernardette Calvimonte paga sueldos a sus dos hijos, a Cecilia Antezana y su hijo Nicolás, a Alexandro Aponte y a una súbdita rusa, designados todos a dedo sin intervención de la Cancillería ni de ninguna instancia del gobierno.
Copia de la denuncia ha sido enviada a la Ministra de Transparencia, Nardy Suxo y a Homayra Condarco, Viceministra de Gestión Institucional.
Denuncia de los productores de Sud Yungas
Hugo Romero Villarreal, productor de Irupana, provincia Sud Yungas del Departamento de La Paz, denunció que debido a las promesas de Bernardette Calvimonte, la microempresa Delicias Capani, de la Comunidad Agraria del mismo nombre, se trasladó a la ciudad de La Paz, alquiló local, vivienda para operarias y maquinaria para producir mermeladas artesanales. Ellos se prestaron alrededor de 25.000 dólares para responder al desafío, permiso de exportación, ficha ambiental y otros trámites. Con todo ello trabajaron desde noviembre del año pasado hasta abril del presente para entregar en fecha oportuna 1.460 unidades de mermeladas de diferentes sabores, que debía ser la primera de muchas entregas para satisfacer la demanda en el Stand de Bolivia. De ese modo acumularon un stock que representa una inversión de $us.10.000.
Después de la entrega, no supieron más, pese a que la Comisaria Calvimonte les dijo que podían seguir el curso diario de las ventas por internet. Entretanto, Jorge Cerda, ligado a Calvimonte, les dijo que sólo habían enviado 260 mermeladas y no sabía cuántas se habían vendido. Calvimonte pidió una cuenta bancaria en dólares para depositar el dinero, pero nunca depositó ningún monto.
Los comunarios de Capani denuncian que actualmente “se están vendiendo otros productos alimenticios y bebidas en la EXPO que no tienen nada que ver con el apoyo a la producción de las empresas netamente bolivianas”. Se refieren a las latas de la Cervecería Boliviana Nacional que la Comisaria Calvimonte llevó
El negocio de la cerveza
La filosofía expuesta a los artesanos y artistas para reclutar participantes en la Expo Shanghai decía que era propósito del gobierno trabajar con pequeños productores y comunidades de artesanos y artistas, y no con grandes empresas. Sin embargo la Comisaria Calvimonte anunció a dichas comunidades que estaba en proceso la venta de latas de cerveza de la CBN, que costearían el traslado de los grupos seleccionados de artesanos y artistas para participar en Shanghai. El primer contacto habría sido hecho con Jorge Sánchez Peña, accionista de la CBN, quien solicitó a la empresa una producción por valor de tres millones de dólares, que sería transportada a Shanghai en 180 containers (más de 15 millones de latas) para su venta en la Expo. Para ello, la CBN debía producir envases y hacer un esfuerzo de reconversión y cambiar la fórmula, pues ciertos componentes de nuestra cerveza no son aceptados por la legislación china. Sánchez Peña solicitó a la banca un préstamo por el monto indicado, pero su solicitud fue denegada; pidió asimismo a la CBN un préstamo de 15 mil dólares para gastos de trámites, que también le fueron negados, según dice la denuncia.
Al final la Comisaria Bernardette trató de sacar a Sánchez Peña del negocio manifestando que ella tenía la franquicia de venta en la Expo y que la empresa china Sinodis pagaría el producto. Vanos fueron los esfuerzos de Jorge y Tamara Sánchez Peña para volver al negocio, y actualmente la CBN está produciendo 672.000 latas que serán transportadas a Shanghai en ocho contenedores, debido a que la demanda original de 15 millones de latas excedía incluso las posibilidades de venta en lo que resta de la Expo Shanghai, que se clausurará en octubre.
Según informes recientes, el negocio de la cerveza sigue siendo de Sánchez Peña, quien habría viajado a Shanghai. En esto desembocó tanto discurso comunitario de favorecer a los pequeños productores: en un negocio que favorece a un gran empresario,una Comisaria inescrupulosa y sus cómplices. En el pabellón boliviano en Shanghai no existe espacio para los pequeños productores, pues todo ha sido copado por una peña bar destinada al negocio de venta de cerveza. No se sabe es quién pagó la provisión de mesas, sillas , equipo de amplificación, refrigeradores y otros utensilios para la peña bar, que hizo la empresa Shanghai Yanhua Multimedia Co Ltda., encargada de la construcción del pabellón, donde actualmente se expende salteñas, café colombiano, sandwiches y otros productos, como negocio particular de la Comisaria Calvimonte y sus socios, sin que se rinda cuentas a ningún personero del gobierno boliviano.
El pabellón Bolivia
El gobierno chino oficializó una ayuda de 500.000 dólares para la participación de Bolivia en la Expo Shanghai, pero se calcula que el Pabellón boliviano tiene un costo de dos millones de dólares, que provendrían de fuentes chinas, públicas y privadas. El Pabellón fue construido por la empresa china Shanghai Yanhua Multimedia Co Ltda. No hay contraparte del gobierno boliviano, que no dispuso ninguna partida presupuestaria para afrontar estos gastos.
En Bolivia, la Comisaria Calvimonte arregló verbalmente con empresas y personas para proporcionar material de video, fotografía, diseño, museo de la coca y artesanías para decorar el pabellón. No firmó contratos aduciendo que todos firmarían un contrato colectivo, que nunca fue suscrito. Los arreglos de precios fueron verbales, seguidos de un anticipo sin pago del saldo ni comprobantes oficiales de egreso o facturas giradas por Calvimonte. El fotógrafo Fernando Soria consiguió firmar un contrato en Shanghai el 3 de mayo, pero fechado en 12 de Abril en La Paz. Una vez cumplido el trabajo, el señor Jorge Cerda, quien trabaja en La Paz en el equipo de Calvimonte, puso como condición borrar el monto acordado como condición de pagar el resto que se adeudaba, y no hubo ningún comprobante de egreso que firmara el proveedor, según nota de Soria.
Por el Museo de la Coca se presupuestó 6 mil dólares pero se pagó sólo 3.000; por las fotografías, se presupuestó 13 mil 500 dólares pero se pagó 5.000. En el caso de la producción de los videos, tres directores fueron seleccionados a dedo y uno de ellos es esposo de Cecilia Antezana, Gerente de la Expo y socia de la Comisaria Calvimonte. Como no se han girado comprobantes de egreso, la Cancillería está en la obligación de informar si hubo alguna rendición de cuentas hecha por la Comisaria Calvimonte sobre estos pagos, incluido el costo del Pabellón boliviano. El fotógrafo Fernando Soria exigió estándares adecuados, pero la empresa china dijo que no había presupuesto para esos gastos, y la Comisaria agregó que se trataba de una donación del gobierno chino, el cual habría elegido a la empresa. El resultado final, una pésima presentación, que da una mala imagen del país y lo curioso es que esta empresa realizó el mismo trabajo en otros pabellones donde la presentación de las fotografías es excelente, según indica Soria.
El negocio de la venta de artesanías
La Comisaria Calvimonte ha fijado precios de las artesanías con un incremento de alrededor de 400 por ciento del precio en bolivianos, que es el que se pagaría a los productores.
La “Asociación de Productores de Arte Andino” denunció que hizo una primera entrega de artesanías por un valor de 639.270.50 Bs., que ya fueron vendidas, pero la Comisaria Calvimonte sólo entregó a la Asociación 117.871.96 Bs., quedando un pago pendiente de 521.398.54 Bs. El incremento fijado por la Comisaria Bernardette, que no beneficiará a los productores, es de unos 440 mil dólares, sobre los cuales no hay informe oficial, presumiéndose lucro personal y apropiación indebida. Habría 4.000 productores solamente en La Paz, y otros de Cochabamba y Santa Cruz que habrían enviado sus artesanías a Shanghai en cinco containers. Hay una denuncia contra Jorge Cerda, quien hizo compras directas de artesanías en la calle Sagárnaga, de La Paz, y luego las envió a Shanghai para su venta como negocio personal de la Comisaria y sus socios. Jorge Cerda se encontraría actualmente en Shanghai.
Bernardette Calvimonte dependía del Viceministro Pablo Guzmán, quien a tiempo le advirtió que no podía hacer depósitos de donaciones en cuenta privada, porque estaban dirigidas al Estado boliviano. Calvimonte usó sus influencias para cambiarse a órdenes de la Viceministra Homayra Condarco.
Nepotismo y otras irregularidades
Elizabeth Gamarra Giese (lizgamarra @hotmail.com) presentó en 8 de julio una denuncia contra Bernardette Calvimonte por haber sido contratada como subdirectora del pabellón boliviano en la Expo Shanghai, sin que le hubieran pagado lo convenido. Ella dice que las artesanías y otros productos enviados desde Bolivia fueron retirados de la Aduana china como equipaje diplomático de Calvimonte. Agrega que el Reglamento N° 9 de la Expo exige contar con licencia para vender productos, y que Calvimonte vende artesanías ilegalmente, pues no ha tramitado esa licencia. Cuando los responsables de la Expo llegan al pabellón boliviano para inspección, Calvimonte hace cerrar las puertas, para ocultar sus negocios particulares e ilegales. Las artesanías se venden con un 400% de incremento. Así un ekeko se vende en 20 dólares y al productor se le ha ofrecido un pago de 4 dólares. La ganancia, según Gamarra, beneficia a Calvimonte, a Cecilia Antezana y Alejandro Aponte como un negocio personal.
Gamarra denunció que dos hijos de la Comisaria Calvimonte trabajan en el pabellón boliviano, uno como dependiente y otro como encargado de la página web, más un amigo de nombre Rider Gutiérrez. Cecilia Antezana hizo fijar un sueldo a su hijo Nicolás y se ha encargado de llevar a su esposo Ariel Gamboa y a su hija, residentes en Santa Cruz. Ariel Gamboa es director del Festival Iberoamericano de Cine de Santa Cruz, que en fecha próxima inaugurará su 12° edición. Es posible que al término emigre a Shanghai con su hija, donde le espera un trabajo rentado, pues ambos han sido designados a dedo por Calvimonte.
Calvimonte, Antezana y Aponte se hacen pagar pasajes y gastos de estadía, y perciben un porcentaje de las utilidades de la venta de artesanías. A ellos hay que agregar una súbdita rusa, de nombre Ksenia, quien también percibe uno de los sueldos más altos sólo por tener relaciones sentimentales con Aponte. Por último, Gamarra denunció que la Comisaria Calvimonte percibirá un monto total de 120.000 dólares como sueldo que fijó el gobierno chino para todos los comisarios de la Expo.
El horario fijado por la Expo es de 9.30 a 22 horas, pero continuamente hay llamadas de atención porque el pabellón boliviano abre cuando quiere sin respetar horarios establecidos. Elizabeth Gamarra consigna el número de su teléfono: 72159009, para cualquier consulta.
El drama de Anselma
Hace ya dos años que Anselma Elizabeth Maldonado y su hija, Ericka Amurrio, tomaron contacto con Bernardette Calvimonte para atender el área gastronómica del pabellón boliviano en la Expo Shanghai 2010. Con el tiempo, Calvimonte adujo problemas y les pidió dinero para costear sus viajes y gestiones. Cecilia Antezana de Gamboa, gerente del Pabellón designada por Calvimonte se encargó de cobrar diez mil dólares, de los cuales dio recibo, como una especie de adelanto de canon por la atención del área gastronómica en Shanghai cuya construcción, según cálculos de la Comisaria Calvimonte llegaría a los 480 mil dólares. Anselma dio en garantía un inmueble para prestarse dinero con la seguridad de que Ericka atendería el negocio comprometido. Así Anselma y Ericka financiaron los pasajes de la Comisaria, de Cecilia Antezana y de su hijo Nicolás a Shanghai.
El costo del restaurante
Anselma y Ericka detallaron las siguientes entregas de dinero a la Comisaria Calvimonte:
3.000 dólares en presencia de Jorge Sánchez Peña; 2.000 dólares en el domicilio de Calvimonte; 1.000 dólares reunidos en un snack. 45 dólares que costó una manta roja para regalo al coordinador de la Expo Shanghai; 1.000 dólares para costear el viaje de Calvimonte La Paz-Santa Cruz; 300 dólares entregados en la oficina de Calvimonte; 1.500 dólares en otra ocasión; 160 euros para costear el viaje a China; 80 dólares en regalos de peltre para el viaje; 500 dólares en la Plaza Murillo; 40 dólares en regalos de cerámica y otros; 2.000 dólares entregados junto a Ericka; 2.000 dólares en el domicilio de Calvimonte; 400 dólares provenientes de la venta de una manta de vicuña; 60 dólares prestados a Cecilia Antezana; 500 dólares para pasajes a Santa Cruz; 2.800 dólares para el primer viaje de Ericka a Shanghai en compañía de Cecilia Antezana de Gamboa; 21.500 bolivianos de pérdida en el Festival de la Expo organizado en La Florida (Las Cholas, La Paz); 2.800 dólares por el segundo viaje de Ericka a Shanghai; 900 bolivianos que depositó en la cuenta de Calvimonte.
El primer viaje de Ericka sirvió para comprobar que Calvimonte no había avanzado nada en las gestiones de la participación boliviana, como licencia de funcionamiento del restaurante y de la tienda de artesanías.
Calvimonte siguió “creando expectativas y sueños” mientras estuvo en La Paz, pero ya en Shanghai “cambió de humor y era su reinado. Ella hacía y deshacía todo. Abría el pabellón cuando le daba la gana y cuando los organizadores de la Expo veían que vendía mercadería a escondidas, sin tener el permiso correspondiente, porque en ese momento no tenían nada legal, cerraban el pabellón”, según la denuncia. Estas irregularidades impedían el funcionamiento del restaurante durante los meses de mayo y junio. En julio se habilitó un snack para venta de sandwiches de chola, porque Bernardette se concretó a vender artesanías por su cuenta, mientras “argumentaba que ganaría 13 millones de dólares con la artesanía y que si no lo hacía no era Bernardette Calvimonte”, agrega la denuncia.
Ericka equipó el snack a su costo y comenzó a atender, pero de inmediato Cecilia Antezana y la Comisaria pusieron aguas y té para que Ericka vendiera y alquilaron la mitad del snack para venta de café colombiano, por gestión de Alexandro Aponte. La denuncia dice que la Comisaria exigió a Ericka entregarle el 50% de comisión sobre las ventas; de lo contrario, Alexandro y Cecilia se harían cargo del snack. Un día le ordenó preparar comida pero no abrió el Pabellón y de ese modo se registró una pérdida considerable para Ericka, al igual que durante el Festival realizado en el Parque de Las Cholas, en La Paz, cuando Calvimonte aseguró la presencia de 3.000 consumidores, pero el dinero recaudado quedó en manos de Calvimonte y de Cecilia Antezana.
En estas condiciones, Ericka atiende un snack muy reducido para solventar su estadía y recuperar el monto de sus pasajes a Shanghai, además de la comisión que paga a Cecilia Antezana por las ventas y el consumo de energía eléctrica por las máquinas cafeteras alquiladas a los colombianos.
Donaciones
Otra irregularidad que se debe investigar es el manejo de donaciones, como la que hizo un empresario en Hong Kong, a quien se le solicitó por correo electrónico que haga el depósito de la misma en una cuenta personal de Cecilia Antezana. “En realidad no se conoce cómo están manejando todos los fondos relacionados con el manejo de la Feria. Aunque la comisaria siempre ha manifestado que estos se realizan de una manera transparente y que se publican en la página web de la Feria, queda un margen de duda, desde el momento que dicha página lo maneja uno de sus hijos”, concluye un resumen de las denuncias que circula por correo electrónico. El documento agrega que estas denuncias son de conocimiento de los viceministros Juan Pablo Guzmán y Homayra Condarco, pero “curiosamente no se hace nada”.
El caso compromete asimismo a cientos de artistas que todavía piensan que viajarán a Shanghai, sin saber que seguramente correrán la suerte de los artesanos denunciantes. La documentación ha sido presentada a la Ministra de Transparencia, Nardy Suxo en 26 de julio, manifestando que en tres meses que faltan para la conclusión de la Expo se consolidará la apropiación indebida que hicieron la Comisaria Calvimonte, Cecilia Antezana de Gamboa y Alexandro Aponte, más sus cómplices y encubridores, por lo cual se teme que no retornen al país “como lo han manifestado en reiteradas oportunidades”.
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