El Gobierno boliviano determinó renunciar al Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y optar por un acuerdo comercial más restrictivo como es el Acuerdo de Complementación Económica (ACE), que entrará en vigencia a partir del lunes 7 de junio.
De acuerdo con el portal CNNExpansión.com, Bolivia observó que los capítulos relacionados con inversión, servicios, compras y propiedad intelectual del tratado eran incompatibles con la actual Constitución Política del Estado (CPE).
Por esta razón, el 7 de diciembre, el Gobierno presentó una denuncia, que tuvo su efecto 180 días más tarde, en cumplimiento de las reglas del TLC que firmaron ambos países en 1994.
Julio Alvarado, ex delegado para el TLC con Estados Unidos, explicó que un ACE es menos amplio que un TLC porque el último establece la libre circulación de bienes y servicios y un ACE tiene restricciones de acuerdo con la negociación que realicen los interesados.
La subsecretaria de Comercio Exterior de México, Beatriz Leycegui, dijo que “lo que sucederá es que ya no hay un mecanismo de arbitraje directo que dé protección a nuestros inversionistas ante violaciones jurídicas”.
Consideró que la inversión es un factor que hará pensar más de dos veces a las empresas mexicanas que quieran establecerse en Bolivia, ya que no tienen las seguridades que el tratado les daba.
En criterio de Alvarado y del presidente interino de la Cámara de Exportadores de Bolivia (Caneb), Guillermo Poumont, manifestado a La Prensa, el cambio de acuerdo comercial no incidirá en los resultados de las exportaciones del país hacia ese destino.
Alvarado dijo que, de hecho, México fue un mercado que no se aprovechó en toda su extensión porque fallaron los exportadores, pues el Gobierno cumplió con abrir el espacio.
Esta situación prueba, según Alvarado, que “los TLC persé no son buenos ni malos”, porque de lo que se trata es de beneficiarse con ellos e incrementar el nivel de las exportaciones de un país.
Poumont dijo que el mercado mexicano no llamó la atención de Bolivia y admitió que los exportadores no repararon en su enorme potencial, aunque explicó que ese mercado tiene medidas paraarancelarias que protegen su producción, las cuales deberán ser superadas para optimizar la llegada de productos bolivianos.
Mencionó que como un factor para no haber aprovechado México, se puede citar que la oferta no estuvo a la altura de la demanda. “El mercado mexicano sigue abierto, ahora depende de los exportadores buscar las oportunidades”.
Alvarado informó que en 2008, Bolivia exportó a México un valor de 37 millones de dólares y ese país ingresó productos por 109 millones de dólares. En 2009, Bolivia vendió 27 millones de dólares frente a México, que ingresó 95 millones de dólares en exportaciones al país.
Según la agregada comercial de la Embajada de México en Bolivia, Liliana Padilla, todos los productos bolivianos gozan de arancel cero. Los productos que ya introdujo Bolivia en el mercado mexicano son: madera aserrada, contrachapada y en bruto, también semillas, cueros en bruto y curtidos, suéteres y trajes sastre, así como estaño en bruto.
Sin embargo, México aún ofrece numerosas áreas de negocio para Bolivia en el campo de los textiles de alpaca, joyería en oro, madera y derivados, aceite de soya y girasol, también todos los granos andinos como la quinua.
Para el empresario, pese a que el ACE es un convenio menos profundo que el TLC, no es restrictivo para el ingreso de la producción boliviana.
Según la consultoría especializada en comercio exterior IQOM, el Acuerdo de Complementación Económica tiene que ser ratificado por la Cámara de Senadores, para que las empresas sigan gozando del acceso preferencial que establecía el TLC. Dicho convenio se encuentra al amparo de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), organismo al que pertenecen ambos países, y si no es aprobado en el Senado, los exportadores mexicanos estarán desamparados.
El acuerdo
Bolivia y México firmaron el TLC en 1994, que incluía temas de patentes, inversiones, servicios y otros.
Los exportadores admiten que ese mercado no fue explotado en su verdadera magnitud.
El valor de las ventas bolivianas anuales en promedio se encuentran en 50 millones de dólares.
Empresarios y un analista consideran que el cambio de acuerdo comercial no significará desventajas para el país.
El nuevo convenio comercial entrará en vigencia el 7 de junio de esta gestión.
Autoridades de México informan que los inversionistas de ese país estarán desprotegidos.
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