A pesar del descenso del flujo de remesas hacia el país, derivado de la crisis financiera internacional, la producción de cemento hasta agosto creció en 11,93 por ciento y las ventas en 8,76 por ciento; su empleo en la construcción de carreteras es cada vez más apreciado por su durabilidad.
De acuerdo con datos del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), en los primeros ocho meses de 2008 se elaboraron 1.270.852 toneladas métricas (tm) de cemento y en el mismo periodo de 2009 este índice subió a 1.422.458 tm. Es decir, hubo un incremento de 151.606 tm.
Aunque esta cifra es menor en 0,28 por ciento respecto del crecimiento alcanzado en el año pasado (12,21 por ciento), es mayor en 2,09 por ciento respecto de 2007 (9,84 por ciento).
Las ventas, en cambio, subieron de 1.269.377 toneladas métricas en la pasada gestión a 1.380.512 hasta agosto de 2009.
Las cifras reflejan la dinámica que ha tenido la actividad de la construcción en el territorio nacional, que en el primer semestre del año creció en 7,76 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y fue uno de los puntales para la expansión de la economía en 3,2 por ciento.
La producción del cemento en el país está distribuida entre cuatro empresas: Soboce, que es la más grande y tiene instaladas sus plantas en Viacha (La Paz), Warnes (Santa Cruz), El Puente (Tarija) y Emisa (Oruro); la Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa), que pertenece a la Prefectura de Chuquisaca y a la Universidad de San Francisco Xavier; la Corporación Boliviana de Cemento (Coboce), e Itacamba (Puerto Suárez, Santa Cruz).
El gerente general de la IBCH, Marcelo Alfaro, aclaró que la ubicación de una empresa no significa que sólo venda en esa región. Es así que los departamentos que más consumen el producto son Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Estas regiones, en lo que va de 2009, compraron el 74,6 por ciento de la oferta de cemento.
Alfaro explicó que la previsión para este año era afrontar un decrecimiento de la producción cementera debido a la crisis económica mundial, que generó una menor llegada de remesas y caída de ingresos por exportaciones, especialmente en el sector de los hidrocarburos.
Sin embargo, existe un crecimiento impulsado sobre todo por las construcciones civiles de viviendas, edificaciones de obras municipales, prefecturales y de entidades del Estado.
Además, destacó que se ha retomado el uso de este material en la construcción de carreteras y avenidas en los departamentos de la nación.
La autopista que une El Alto y La Paz, la ruta a Palmasola en Santa Cruz y el ingreso al aeropuerto de Sucre son las primeras tres vías en las que se comenzó a experimentar con este material y hoy tienen más de 30 años.
Alfaro comentó que al cabo de más de tres décadas de haberse dejado de privilegiar el asfalto, el registro actual muestra que entre el 8 y 10 por ciento del consumo de cemento está concentrado en avenidas y carreteras.
Por ejemplo, el Gobierno Municipal de El Alto empezó a usar pavimento rígido los años 2002 y 2003 en sus avenidas más grandes, como la Cívica de Ciudad Satélite y la Alfonso Ugarte, donde se asienta la Feria 16 de Julio, y otras más pequeñas para vincular sus diferentes zonas.
Otras carreteras nacionales que utilizan cemento son la cruceña San José-Roboré y la de Puerto Suárez-Santa Cruz.
Bolivia tiene una mínima producción de asfalto, cercana a un 2 por ciento del consumo total, que sale de las refinerías de Cochabamba y se distribuye a municipios de ese departamento.
El 98 por ciento llega importado desde Brasil, Chile y Perú, con un precio promedio de 900 dólares por tonelada. El año pasado valía 1.200 dólares.
Entre las ventajas del cemento, Alfaro nombró el costo que puede ser más económico que el asfalto, considerando toda la construcción de la vía.
Jorge Quiroga, gerente general de la Cámara Boliviana de la Construcción, aclaró que, sin embargo, el mantenimiento de este tipo de vías es muy costoso porque no se puede hacer un parche en el hueco como sucede con el asfalto, sino se debe sacar todo el bloque dañado.
Coincidió con Alfaro en las ventajas del material: tiene una durabilidad de 20 años, frente a cinco del asfalto, antes de requerir un mantenimiento; es un tipo de carretera para circulación de autos de mayor tonelaje y para alto tráfico vehicular.
Alfaro añadió la seguridad, que es mayor en el pavimento rígido, porque el tipo de suelo permite frenar en menos tiempo; da mayor luminosidad, debido a que el material es más claro con relación al asfalto, y esto permite un mejor reflejo de la luz.
Asimismo, por un nuevo dispositivo denominado “sonorizador”, que alerta cuando un auto está saliendo de la carretera; éste no se puede usar en el asfalto.
Pese a estas características ventajosas, Quiroga apuntó que un mayor uso dependerá de los términos de referencia de las licitaciones. Apuntó que ese cambio “tiene que ser un tema totalmente técnico”. Esto porque son condiciones de clima y de costos los que deben considerarse.
Señaló, por ejemplo, a la carretera Potosí-Tarija, que se construyó con cemento, pero presentó fisuras.
El IBCH desarrolla una serie de recomendaciones para evitar que el pavimento rígido se hunda o genere rajaduras. Por ejemplo, un incremento en el número de separaciones de la avenida en bloques, con lo cual las losas serán más pequeñas, y los problemas se reducirán.
Más factores
Otro factor que mantiene el alto ritmo de demanda de cemento es la construcción de viviendas.
Alfaro explicó que el consumo en este segmento responde a que las entidades financieras han bajado la tasa de interés y se canaliza financiamiento para levantar casas. De esa manera, el impacto negativo que se esperaba en la actividad con la disminución de las remesas que envían los emigrantes bolivianos, especialmente desde España, no ha sido profundo.
De acuerdo con datos del Banco Central de Bolivia, al primer semestre de este 2009 la recepción de estos fondos fue de un 7,9 por ciento menos con relación al año pasado; se recibieron 576,8 millones de dólares.
Quiroga manifestó, además, que las ampliaciones habitacionales y las construcciones civiles van a la par con la construcción de obras de los municipios.
Sin embargo, Quiroga observó la baja ejecución de la inversión pública como un factor que limitó este crecimiento.
Por su parte, Alfaro advirtió de que en las construcciones públicas, un factor que impulsó las obras es la época electoral para mostrar resultados de la gestión.
También indicó que hay una reactivación del Plan de Vivienda del Gobierno, obras que demandan un alto consumo de cemento.
El reciente reporte del Gobierno sobre inversión pública da cuenta de una ejecución de 48 por ciento hasta mediados de septiembre. Pero una significativa elevación de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), aunque no se precisó en cuánto.
Para el Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón Armado, la tendencia es que en los últimos meses de este año la demanda de cemento se elevará todavía más porque en esta época se acelera la ejecución de la inversión pública en las prefecturas, las alcaldías y el Gobierno central.
Quiroga y Alfaro coincidieron en que en los primeros meses del año la demanda es menor porque las construcciones son pocas debido a las lluvias; sin embargo, entre agosto y noviembre, el clima es más seco y es entonces cuando inician las obras.
La proyección de Alfaro es que por lo menos las ventas de cemento cierren en un 8 por ciento, y suba un poco más la producción.
Sonorizadores de seguridad
Las carreteras hechas con pavimento rígido (cemento) incorporan una novedosa tecnología que permite la implementación de garantías de mayor seguridad para los conductores y evitar accidentes.
Se trata de los denominados sonorizadores, que tienen un novedoso implemento del mismo nombre, que en ciudades de Estados Unidos bajaron el nivel de accidentes hasta en un 60 por ciento.
Así lo hizo conocer el gerente general del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), Marcelo Alfaro, quien explicó que en carreteras nacionales, como la que se construye entre Puerto Suárez y Santa Cruz, ya se empezó a usar este implemento tecnológico.
Se trata de unas marcas laterales en el sobreancho o verma que tienen las vías públicas hacia los costados, las cuales quedan como perforaciones rectangulares pequeñas y seguidas de a cinco pares, cada dos o tres metros de la vía.
Alfaro indicó que el efecto que producen es que cuando pasa la rueda por encima de estos huecos, el vehículo se agita porque el suelo ya no está plano, sino ahuecado. Esto crea una vibración del volante y un ruido en las ruedas, efectos que llaman la atención del conductor para despertarlo y retornar a la vía.
Imágenes que mostró el IBCH a La Prensa sobre la forma en que se sellan los sonorizadores en el suelo advierten de que el tiempo requerido es muy breve por cada marca, cerca de cinco minutos.
Alfaro aseguró que es una medida muy fácil de implementar y económica, porque el costo que cobran es nulo o muy bajo.
El sistema existe en Estados Unidos desde la década del 70. Alfaro afirmó que los datos demostraron que después de su implementación, el índice de accidentes bajó de diez a cuatro, es decir, seis accidentes menos en carreteras públicas.
Añadió que este mismo sistema de seguridad no se puede usar en el asfalto porque se necesita un grosor alto para hacer los huecos, característica propia del pavimento rígido.
Producción por empresas
Entre enero y agosto, en toneladas métricas
Empresa 2008 2009
Soboce Viacha 347.709 373.877
Soboce Warnes 103.278 102.689
Soboce El Puente 73.313 112.265
Soboce Emisa 86.328 84369
Fancesa 329.819 403.855
Coboce 231.375 270.507
Itacamba 99.029 74.896
Total 1.270.852 1.422.458
La producción de las empresas está en la mayoría de los casos por debajo de su capacidad. La que tuvo una caída significativa es Itacamba, fábrica que se encuentra en Puerto Suárez (Santa Cruz).
INSTITUTO BOLIVIANO DEL CEMENTO Y EL HORMIGÓN
Ventas por compañías
Entre enero y agosto, en toneladas métricas
Empresa 2008-2009
Soboce Viacha 290.646 327.685
Soboce Warnes 125.312 121.866
Soboce El Puente 91.824 109.917
Soboce Emisa 102.070 102.685
Fancesa 330.397 399.708
Coboce 225.226 236.771
Itacamba 103.902 81.881
Total 1.269.377 1.380.512
De acuerdo con el lugar de ventas, la distribución no corresponde al lugar de fabricación. Por ejemplo, Fancesa, además de vender en Chuquisaca, en donde elabora, distribuye a Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Potosí.
INSTITUTO BOLIVIANO DEL CEMENTO Y EL HORMIGÓN
Más datos
La empresa más grande en producción de cemento es la Sociedad Boliviana de Cemento.
Sus ventas se distribuyen en ocho departamentos del país, excepto en Chuquisaca.
Fancesa es la única distribuidora en Sucre. Ésta es la empresa de la universidad y la Prefectura.
De acuerdo con datos del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), en los primeros ocho meses de 2008 se elaboraron 1.270.852 toneladas métricas (tm) de cemento y en el mismo periodo de 2009 este índice subió a 1.422.458 tm. Es decir, hubo un incremento de 151.606 tm.
Aunque esta cifra es menor en 0,28 por ciento respecto del crecimiento alcanzado en el año pasado (12,21 por ciento), es mayor en 2,09 por ciento respecto de 2007 (9,84 por ciento).
Las ventas, en cambio, subieron de 1.269.377 toneladas métricas en la pasada gestión a 1.380.512 hasta agosto de 2009.
Las cifras reflejan la dinámica que ha tenido la actividad de la construcción en el territorio nacional, que en el primer semestre del año creció en 7,76 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y fue uno de los puntales para la expansión de la economía en 3,2 por ciento.
La producción del cemento en el país está distribuida entre cuatro empresas: Soboce, que es la más grande y tiene instaladas sus plantas en Viacha (La Paz), Warnes (Santa Cruz), El Puente (Tarija) y Emisa (Oruro); la Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa), que pertenece a la Prefectura de Chuquisaca y a la Universidad de San Francisco Xavier; la Corporación Boliviana de Cemento (Coboce), e Itacamba (Puerto Suárez, Santa Cruz).
El gerente general de la IBCH, Marcelo Alfaro, aclaró que la ubicación de una empresa no significa que sólo venda en esa región. Es así que los departamentos que más consumen el producto son Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Estas regiones, en lo que va de 2009, compraron el 74,6 por ciento de la oferta de cemento.
Alfaro explicó que la previsión para este año era afrontar un decrecimiento de la producción cementera debido a la crisis económica mundial, que generó una menor llegada de remesas y caída de ingresos por exportaciones, especialmente en el sector de los hidrocarburos.
Sin embargo, existe un crecimiento impulsado sobre todo por las construcciones civiles de viviendas, edificaciones de obras municipales, prefecturales y de entidades del Estado.
Además, destacó que se ha retomado el uso de este material en la construcción de carreteras y avenidas en los departamentos de la nación.
La autopista que une El Alto y La Paz, la ruta a Palmasola en Santa Cruz y el ingreso al aeropuerto de Sucre son las primeras tres vías en las que se comenzó a experimentar con este material y hoy tienen más de 30 años.
Alfaro comentó que al cabo de más de tres décadas de haberse dejado de privilegiar el asfalto, el registro actual muestra que entre el 8 y 10 por ciento del consumo de cemento está concentrado en avenidas y carreteras.
Por ejemplo, el Gobierno Municipal de El Alto empezó a usar pavimento rígido los años 2002 y 2003 en sus avenidas más grandes, como la Cívica de Ciudad Satélite y la Alfonso Ugarte, donde se asienta la Feria 16 de Julio, y otras más pequeñas para vincular sus diferentes zonas.
Otras carreteras nacionales que utilizan cemento son la cruceña San José-Roboré y la de Puerto Suárez-Santa Cruz.
Bolivia tiene una mínima producción de asfalto, cercana a un 2 por ciento del consumo total, que sale de las refinerías de Cochabamba y se distribuye a municipios de ese departamento.
El 98 por ciento llega importado desde Brasil, Chile y Perú, con un precio promedio de 900 dólares por tonelada. El año pasado valía 1.200 dólares.
Entre las ventajas del cemento, Alfaro nombró el costo que puede ser más económico que el asfalto, considerando toda la construcción de la vía.
Jorge Quiroga, gerente general de la Cámara Boliviana de la Construcción, aclaró que, sin embargo, el mantenimiento de este tipo de vías es muy costoso porque no se puede hacer un parche en el hueco como sucede con el asfalto, sino se debe sacar todo el bloque dañado.
Coincidió con Alfaro en las ventajas del material: tiene una durabilidad de 20 años, frente a cinco del asfalto, antes de requerir un mantenimiento; es un tipo de carretera para circulación de autos de mayor tonelaje y para alto tráfico vehicular.
Alfaro añadió la seguridad, que es mayor en el pavimento rígido, porque el tipo de suelo permite frenar en menos tiempo; da mayor luminosidad, debido a que el material es más claro con relación al asfalto, y esto permite un mejor reflejo de la luz.
Asimismo, por un nuevo dispositivo denominado “sonorizador”, que alerta cuando un auto está saliendo de la carretera; éste no se puede usar en el asfalto.
Pese a estas características ventajosas, Quiroga apuntó que un mayor uso dependerá de los términos de referencia de las licitaciones. Apuntó que ese cambio “tiene que ser un tema totalmente técnico”. Esto porque son condiciones de clima y de costos los que deben considerarse.
Señaló, por ejemplo, a la carretera Potosí-Tarija, que se construyó con cemento, pero presentó fisuras.
El IBCH desarrolla una serie de recomendaciones para evitar que el pavimento rígido se hunda o genere rajaduras. Por ejemplo, un incremento en el número de separaciones de la avenida en bloques, con lo cual las losas serán más pequeñas, y los problemas se reducirán.
Más factores
Otro factor que mantiene el alto ritmo de demanda de cemento es la construcción de viviendas.
Alfaro explicó que el consumo en este segmento responde a que las entidades financieras han bajado la tasa de interés y se canaliza financiamiento para levantar casas. De esa manera, el impacto negativo que se esperaba en la actividad con la disminución de las remesas que envían los emigrantes bolivianos, especialmente desde España, no ha sido profundo.
De acuerdo con datos del Banco Central de Bolivia, al primer semestre de este 2009 la recepción de estos fondos fue de un 7,9 por ciento menos con relación al año pasado; se recibieron 576,8 millones de dólares.
Quiroga manifestó, además, que las ampliaciones habitacionales y las construcciones civiles van a la par con la construcción de obras de los municipios.
Sin embargo, Quiroga observó la baja ejecución de la inversión pública como un factor que limitó este crecimiento.
Por su parte, Alfaro advirtió de que en las construcciones públicas, un factor que impulsó las obras es la época electoral para mostrar resultados de la gestión.
También indicó que hay una reactivación del Plan de Vivienda del Gobierno, obras que demandan un alto consumo de cemento.
El reciente reporte del Gobierno sobre inversión pública da cuenta de una ejecución de 48 por ciento hasta mediados de septiembre. Pero una significativa elevación de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), aunque no se precisó en cuánto.
Para el Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón Armado, la tendencia es que en los últimos meses de este año la demanda de cemento se elevará todavía más porque en esta época se acelera la ejecución de la inversión pública en las prefecturas, las alcaldías y el Gobierno central.
Quiroga y Alfaro coincidieron en que en los primeros meses del año la demanda es menor porque las construcciones son pocas debido a las lluvias; sin embargo, entre agosto y noviembre, el clima es más seco y es entonces cuando inician las obras.
La proyección de Alfaro es que por lo menos las ventas de cemento cierren en un 8 por ciento, y suba un poco más la producción.
Sonorizadores de seguridad
Las carreteras hechas con pavimento rígido (cemento) incorporan una novedosa tecnología que permite la implementación de garantías de mayor seguridad para los conductores y evitar accidentes.
Se trata de los denominados sonorizadores, que tienen un novedoso implemento del mismo nombre, que en ciudades de Estados Unidos bajaron el nivel de accidentes hasta en un 60 por ciento.
Así lo hizo conocer el gerente general del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), Marcelo Alfaro, quien explicó que en carreteras nacionales, como la que se construye entre Puerto Suárez y Santa Cruz, ya se empezó a usar este implemento tecnológico.
Se trata de unas marcas laterales en el sobreancho o verma que tienen las vías públicas hacia los costados, las cuales quedan como perforaciones rectangulares pequeñas y seguidas de a cinco pares, cada dos o tres metros de la vía.
Alfaro indicó que el efecto que producen es que cuando pasa la rueda por encima de estos huecos, el vehículo se agita porque el suelo ya no está plano, sino ahuecado. Esto crea una vibración del volante y un ruido en las ruedas, efectos que llaman la atención del conductor para despertarlo y retornar a la vía.
Imágenes que mostró el IBCH a La Prensa sobre la forma en que se sellan los sonorizadores en el suelo advierten de que el tiempo requerido es muy breve por cada marca, cerca de cinco minutos.
Alfaro aseguró que es una medida muy fácil de implementar y económica, porque el costo que cobran es nulo o muy bajo.
El sistema existe en Estados Unidos desde la década del 70. Alfaro afirmó que los datos demostraron que después de su implementación, el índice de accidentes bajó de diez a cuatro, es decir, seis accidentes menos en carreteras públicas.
Añadió que este mismo sistema de seguridad no se puede usar en el asfalto porque se necesita un grosor alto para hacer los huecos, característica propia del pavimento rígido.
Producción por empresas
Entre enero y agosto, en toneladas métricas
Empresa 2008 2009
Soboce Viacha 347.709 373.877
Soboce Warnes 103.278 102.689
Soboce El Puente 73.313 112.265
Soboce Emisa 86.328 84369
Fancesa 329.819 403.855
Coboce 231.375 270.507
Itacamba 99.029 74.896
Total 1.270.852 1.422.458
La producción de las empresas está en la mayoría de los casos por debajo de su capacidad. La que tuvo una caída significativa es Itacamba, fábrica que se encuentra en Puerto Suárez (Santa Cruz).
INSTITUTO BOLIVIANO DEL CEMENTO Y EL HORMIGÓN
Ventas por compañías
Entre enero y agosto, en toneladas métricas
Empresa 2008-2009
Soboce Viacha 290.646 327.685
Soboce Warnes 125.312 121.866
Soboce El Puente 91.824 109.917
Soboce Emisa 102.070 102.685
Fancesa 330.397 399.708
Coboce 225.226 236.771
Itacamba 103.902 81.881
Total 1.269.377 1.380.512
De acuerdo con el lugar de ventas, la distribución no corresponde al lugar de fabricación. Por ejemplo, Fancesa, además de vender en Chuquisaca, en donde elabora, distribuye a Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Potosí.
INSTITUTO BOLIVIANO DEL CEMENTO Y EL HORMIGÓN
Más datos
La empresa más grande en producción de cemento es la Sociedad Boliviana de Cemento.
Sus ventas se distribuyen en ocho departamentos del país, excepto en Chuquisaca.
Fancesa es la única distribuidora en Sucre. Ésta es la empresa de la universidad y la Prefectura.
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