El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) informó ayer que entre enero y agosto de 2008, el volumen de los aceites vegetales con restricciones de exportación decreció un 15 por ciento respecto a igual período de 2007.
El presidente del IBCE, Ernesto Antelo López, dijo, según una nota de prensa, que el volumen de las ventas externas de aceites crudos y refinados sujetos a restricciones de exportación en el país bordearon las 160 mil toneladas entre enero y agosto de 2008. En igual período de 2007, superaron las 187 mil toneladas.
Antelo indicó que esta situación es atribuible directamente a las medidas de restricción de las exportaciones que se dieron a partir del decreto 29480 que primero prohibió la exportación de aceites crudos y refinados de soya y de girasol; y luego del decreto 29524 actualmente en vigencia, por el cual se debe tramitar "cupos de exportación".
"El impedir el normal flujo de aceites al exterior saturó los silos con soya y derivados (tortas, aceites) complicando la cosecha de la campaña de verano, perjudicando más a los pequeños productores", explicó.
Antelo advirtió que las consecuencias de las políticas restrictivas serán aún peores: la falta de silos hará perder gran parte de las cosechas de maíz, sorgo, girasol, arroz, trigo y soya; la escasez de diesel perjudicará la nueva siembra.
El presidente del IBCE, Ernesto Antelo López, dijo, según una nota de prensa, que el volumen de las ventas externas de aceites crudos y refinados sujetos a restricciones de exportación en el país bordearon las 160 mil toneladas entre enero y agosto de 2008. En igual período de 2007, superaron las 187 mil toneladas.
Antelo indicó que esta situación es atribuible directamente a las medidas de restricción de las exportaciones que se dieron a partir del decreto 29480 que primero prohibió la exportación de aceites crudos y refinados de soya y de girasol; y luego del decreto 29524 actualmente en vigencia, por el cual se debe tramitar "cupos de exportación".
"El impedir el normal flujo de aceites al exterior saturó los silos con soya y derivados (tortas, aceites) complicando la cosecha de la campaña de verano, perjudicando más a los pequeños productores", explicó.
Antelo advirtió que las consecuencias de las políticas restrictivas serán aún peores: la falta de silos hará perder gran parte de las cosechas de maíz, sorgo, girasol, arroz, trigo y soya; la escasez de diesel perjudicará la nueva siembra.
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