Lorena Soliz, gerente de producción de Productos Caprinos Solan, indicó que ser una empresa familiar más que una desventaja es un punto a favor, porque todos los miembros se esfuerzan.
Entre las claves de éxito menciona informarse y estudiar el mercado. A la hora de definir el precio, primero pensaron en cubrir los costos, porque los productos derivados de la leche de cabra son más exquisitos debido a su valor nutritivo. Ahora, comercializan en los Hiper Plaza, BioRural, BioTienda, Naturalia y NutriShop, pero su mayor mercado es a pedido.
Para Orlando Monasterio, gerente de Cosméticos Bionatural en base a aloe vera y cusi, su mayor motivación fue observar el gran consumo de productos importados que él podía producir. Ahora fabrica champú, crema y gel. Considera que la perseverancia y el positivismo le permitieron crecer como pyme y ha incorporado otros productos de limpieza para hoteles.
En Bolivia cuesta hacer empresa, Monasterio recuerda que tiene problemas para comprar los envases o la materia prima, pero ello no lo desanima.
A la hora de colocar su producción en el mercado observó los precios de la competencia y tomó en cuenta que no publicita en los medios.
El café orgánico también se ha convertido en una buena veta de negocios. Julio Arenas, gerente de Cafecruz, sostuvo que antes de lanzar su marca hicieron un estudio de marketing y que su éxito se debe al buen manejo de la contabilidad de la empresa.
Llevan un año en el mercado, se los encuentra en la cadena Hipermaxi y entre sus planes está exportar. En cuanto a costos, decidieron cobrar igual que otros productos nacionales.
En el caso de la marroquinería El Arenal, que fabrica calzados, carteras y billeteras, el propietario Macedonio Pereyra optó por utilizar el cuero sólo cuando se trata de pedidos de clientes que ya conocen su trabajo. El resto de sus productos son elaborados en cuerina debido a los costos.
Pereyra tiene que competir con productos chinos y el constante incremento en los costos de producción.
“Los comerciantes quieren que se mantengan los precios, pero no podemos hacerlo debido a la competencia de zapatos chinos. Además, todavía hay gente consciente que opta por la calidad”, precisó.
Al igual que otros artesanos, reveló que están haciendo peripecias para seguir trabajando porque la inversión está paralizada y los trabajadores están cobrando más, además de otros beneficios como el transporte y el almuerzo.
En el caso de los productos Rivero, que elabora vinos y mermeladas de frutilla, su mayor carta de presentación es la calidad, pero destacó el apoyo de las autoridades de Comarapa para desarrollar ese tipo de iniciativas. La propietaria Cinthia Sequeiros dijo que están dedicados sólo a la producción de frutillas y al procesamiento.
A la hora de colocar los precios de las mermeladas, en Rivero tomaron en cuenta el sabor y calidad que, según ellos, está por encima de otras empresas que le ponen gelatina o aditivos. Sus precios son más bajos que los de sus competidores y están en la cadena Hipermaxi.
El denominador común de las pymes es que se presentarán en Expocruz 2009 con el propósito de mostrar sus productos y concretar nuevas alianzas estratégicas. Cainco los está colaborando con estrategias de marketing.
Consejos
- La habilidad de abandonar un plan cuando no funciona. Muchas veces la persistencia se cita como cualidad indispensable para lograr algo. Lo es, pero hay una enorme diferencia entre perseverar y toparse ciegamente contra la misma pared, una y otra vez.
- La confianza de hacer lo correcto incluso cuando te cuesta dinero a corto plazo. Invertir es aplazar la recompensa, ser conscientes de que para obtener hay que poner primero. Si uno tiene una empresa, ésta debe ser una de las reglas más claras porque, al fin y al cabo, una empresa es en sí misma una inversión.
- Suficiente fe en los demás para no intentar hacerlo todo por nosotros mismos. Cuando los fondos escasean uno no puede permitirse pagar a mucha otra gente para no hacerlo todo, pero se debe delegar.
Negocio claro y sostenible
Mónica Grossoni / Experta en pymes
Las personas que triunfan como empresarias hacen lo que tienen que hacer inmediatamente. No dejan para luego las cosas. No piensan demasiado. Una vez analizado y revisado el asunto, toman la decisión y no le dan más vueltas. Toman las decisiones y luego las acatan. No son pesimistas por defecto. No se enfocan sobre los “y si pasa algo”. Se ocupan de las cosas, en lugar de pensar inútilmente lo que ya está analizado y revisado. Conocen sus límites, lo que saben hacer y lo que queda más lejos de sus posibilidades. Ordenan sus prioridades, las asumen y delegan. Saben dejar para otros lo que no es objeto de su trabajo y moverse en la red. Es mejor conocer a quien sabe algo que saber de todo. Preguntan, utilizan los recursos de su red de contactos.
Siempre son positivos, constructivos, no caen en el negativismo, en el pesimismo. Son coherentes. No cambian de línea de acción o de pensamiento cada rato. Dudan poco. Controlan la ansiedad de la duda. Crean sinergias y colaboraciones en las que ambas partes ganan claramente y generan un modelo de negocio sencillo, claro y sostenible.
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