El Cedla e Inaset aseguran que no hay políticas para la generación de empleos dignos en el país
El Gobierno aseguró que este año se generaron 150.000 empleos y que la tasa de desempleo bajará a menos del 7,5 por ciento hasta diciembre gracias al crecimiento económico de 6,5 por ciento. Sin embargo, admitió que aún son precarios.
La Fundación Inaset y el Centro de Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) pusieron en duda esas cifras en las que se señala que la tasa de desempleo aumentó al 10 por ciento de la población económicamente activa, lo que equivale a unas 350.000 personas.
El ministro de Trabajo, Wálter Delgadillo, informó que en 2005 el porcentaje de desocupación en el país era del 8,15 por ciento de la población económicamente activa, que ascendía a 2,6 millones de personas.
El año pasado se redujo a 7,66 por ciento y esta gestión a una tasa inferior.
Eso como consecuencia del crecimiento económico que en el primer semestre alcanzó una tasa de 6,5 por ciento, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esa manera, el Ejecutivo hubo superado ampliamente la meta de creación de 90.000 empleos anuales que se fijó como meta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Datos del Ministerio de Planificación dan cuenta de que con la ejecución de esa estrategia se lograron generar 205.331 empleos en 2006 y 316.203 el año pasado. Delgadillo explicó que las nuevas fuentes de empleos en la presente gestión se generaron, principalmente, en el sector minero, construcción de carreteras y puentes, manufactura, servicios y comercio.
Sin embargo, la autoridad aclaró que se trata de ocupaciones precarias y que no tienen salarios dignos, ni condiciones laborales y medioambientales adecuadas para el trabajador.
Es decir, que no logran satisfacer el gasto de una canasta de alimentos mínima y las condiciones de trabajo se desarrollan sin el respeto de los derechos fundamentales básicos.
Delgadillo explicó que no se lograron generar empleos más sostenibles por la dificultad de hacer cumplir las normas laborales vigentes en los sectores de comercio y servicios. Añadió que cuando se intenta reglamentar a esos rubros para que se acojan a la Ley General de Trabajo, tienden a subir sus costos en forma inmediata.
Alternativas
Para superar esa situación, el Ministerio de Trabajo en coordinación con el de Producción y Microempresa y Planificación para el Desarrollo lanzarán hasta fin de año un Programa de Regularización y Formalización para darle dignidad a las fuentes informales que absorben el 80 por ciento de la mano de obra.
Eso implicará la capacitación para que los trabajadores estén habilitados plenamente en la producción, transformación y comercialización.
En forma previa, hace dos meses, se lanzó el programa Mi Primer Empleo, dirigido a jóvenes de 18 a 24 años. El ministro de Planificación para el Desarrollo, Carlos Villegas, reconoció la semana pasada que una de las tareas pendientes del PND ha sido la generación de más fuentes de trabajo.
Delgadillo anunció que de manera paralela se continuará con el apoyo a la micro y pequeña empresa como uno de los pilares para generar empleo.
Eso a través de la canalización de recursos del Banco de Desarrollo Productivo (BPD) que ha logrado colocar 120 millones de dólares en créditos.
El Ministro señaló que la entidad será apoyada para que se puedan invertir 100 millones de dólares adicionales en el apoyo de empredimientos productivos.
El Ejecutivo a su vez aprobó un fondo de 600 millones de dólares para la reconstrucción productiva y alimentaria que incluye líneas de financiamiento dirigidas a pequeños, medianos y grandes productores, además del mejoramiento de la infraestructura vial, aunque está pendiente su reglamentación para canalizar los recursos a los interesados.
Observaciones
El director de la Fundación para la Pequeña y Mediana Empresa (PyMES) Inaset, José Enrique Velasco, opinó que el Plan de Desarrollo (PND) no llegó a implementar ninguna política dirigidad a la generación de empleo.
Simplemente, dijo, que se encargaron de programas de emergencia como el Plan Nacional de Empleo de Emergencia (Plane) o el Empleo Digno e Intensivo en mano de Obra (Edimo). Señaló que por esa razón es que las fuentes de empleo que se observan tienen un nivel altamente precario que no ayudan a reducir la pobreza. Es el caso de voceadores de minibús o vendedores de discos o DVD “piratas”.
El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) Carlos Arze cuestionó las cifras del Ejecutivo y aseguró que la tasa de desempleo alcanza al 10 por ciento, según una reciente encuesta realizada por la entidad. Esto implica que más de 350.000 personas en el país no tienen una fuente de sustento digna. Además, recordó que una de las estrategias de generación de empleos que propuso el Gobierno era el Programa de Vivienda Solidaria. Se esperaban alrededor de 70.000 empleos, sin embargo, sólo ser aprobó unas 25 mil solicitudes, su impacto es mínimo y no alcanza a satisfacer las necesidades de empleo. En el caso, de la minería los proyectos más importantes como San Cristóbal no albergan a un número importante de mano de obra porque utilizan tecnología de punta en la extracción.
El Cedla afirma que las fuentes creadas fueron temporales
Los empleos que hasta el momento ofreció el Gobierno carecen de sostenibilidad y reproducen las condicones de precariedad en las que se encuentra el 80 por ciento de la población urbana del país.
Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), es el caso de los diferentes programas que encaró el Ejecutivo para resolver la problemática del desempleo: Propais, Empleo Digno y de Emergencia (Edimo) y Mi Primer Empleo dirigido a jóvenes.
“Este tipo de empleos contribuyen a una de las peores expresiones de la flexibilización laboral en estos casi 22años de neoliberalismo, que es la expansión de empleos eventuales, fuente de negación de derechos laborales y de reproducción de niveles de pobreza”.
El análisis del Cedla señala que estas fuentes de trabajo tienen como común denominador la temporalidad, la desprotección de las leyes vigentes y remuneraciones bajas. Precisamente los contratos de trabajo previstos no exceden los 12 meses, siendo la mayoría de tres meses de duración; los salarios oscilan entre 525 bolivianos en el caso del Propais, y 800 bolivianos en el programa Mi primer empleo.
De acuerdo a la institución, en los recientes años se ha comprobado que la antigüedad laboral no supera los cinco años de permanencia en un centro de trabajo. Ya para el 2001, el 45 por ciento de la población urbana ocupada contaba con empleos temporales. A esto se suman los bajos salarios de la fuerza de trabajo desprotegida y con bajo nivel de organización, condiciones necesarias para la acumulación del capital.
Por ello, es que las propuestas del Gobierno son insuficientes en la actualidad porque desconocen los cambios ocurridos en los mercados de trabajo urbanos, cuyas manifestaciones principales son el desempleo , el subempleo, los altos niveles de terciarización, subcontratación, la reducción de costos laborales y la subcontratación.
Existe déficit de 90.000 puestos
La fundación para la Micro y Pequeña Empresa Inaset asegura que Bolivia tiene un déficit acumulado de 90 .000 puestos de trabajo que no se han podido cubrir.
Su director Enrique Velasco señaló que sólo en las ciudades de La Paz y El Alto cada año se necesita la creación en promedio de 20.000 empleos para compensar el crecimiento de la población y la inserción de jóvenes al mercado laboral.
Para este año por ejemplo se requieren 28.000, el 2010 alrededor de 30.000 y hasta la gestión 2025 un total de 50.000 nuevas fuentes de trabajo.
En ese marco, Velasco señaló que una solución que permita satisfacer estas necesiades y alcanzar un crecimiento económico inclusivo sólo podrá ser alcanzada con el aumento de la productividad y del valor agregado, elevar salarios e incrementar la población ocupada en puestos de trabajo dignos y productivos.
El Inaset en el estudio “Bases para una estrategia integral de crecimiento inclusivo con empleo digno”, señala que una de las metas debería apuntar a mejorar la productividad y superar un ingreso de 6.000 dólares por trabajador por año. Para esto apunta que se requiere eliminar la cultura rentista basada en los ingresos de recursos naturales, los altos costos de transacción, burocracia que impiden el desarrollo de nuevos emprendimientos y dejar de priorizarse a la agricultura,minería e hidrocarburos como los ejes del desarrollo.
Según el director del Inaset, Enrrique Velasco, se necesaita impulsar actividades manufactureras vinculadas a mercados de alta capacidad de consumo para aumentar el valor agregado.
Explicó que con las políticas a las que apuesta el Gobierno con la instalación de una planta de separación de líquidos en el Chaco y apertura de fábricas de cartón y papel se invertiran 500 milones de dólares, pero apenas se generarán 5.000 empleos.
En Hidrocarburos, en el área de exploración por cada puesto de trabajo se debe invertir un millón de dólares y en a industrialización 4 millones.
Frente a estas cifras una industria manufacturera de tejido de chompas puede crear un puesto por mil dólares y una de alta costura 7.500 dolares.
Empleos generados el 2006 y 2007
Sectores 2006 2007
Educación 142.465 147.578
Salud 19.336 17.256
Empresas mineras 183 4.819
ABC 13.398
Programa de Empleo
Emleo Digno e Intensivo 8.899
Propaís 43.347 35.791
Pefecturas 54.665
Plan Nacional de Vivienda 20.400
Total 205.331 316.203
Desempleo
2005.- 8,15
2006.- 7,99
2007 .- 7,66
2008.- Inferior al 7,5 por ciento
Empleos
2008.- 150.000
LOS DATOS
El Plan Nacional de Desarrollo prometió la generación de 90.000 empleos por año.
Planificación dice que el 2007 se crearon más de 300.000 puestos en todo el país.
Analistas creen que el país debe apostar por la manufactura para generar valor agregado
El Gobierno aseguró que este año se generaron 150.000 empleos y que la tasa de desempleo bajará a menos del 7,5 por ciento hasta diciembre gracias al crecimiento económico de 6,5 por ciento. Sin embargo, admitió que aún son precarios.
La Fundación Inaset y el Centro de Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) pusieron en duda esas cifras en las que se señala que la tasa de desempleo aumentó al 10 por ciento de la población económicamente activa, lo que equivale a unas 350.000 personas.
El ministro de Trabajo, Wálter Delgadillo, informó que en 2005 el porcentaje de desocupación en el país era del 8,15 por ciento de la población económicamente activa, que ascendía a 2,6 millones de personas.
El año pasado se redujo a 7,66 por ciento y esta gestión a una tasa inferior.
Eso como consecuencia del crecimiento económico que en el primer semestre alcanzó una tasa de 6,5 por ciento, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esa manera, el Ejecutivo hubo superado ampliamente la meta de creación de 90.000 empleos anuales que se fijó como meta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Datos del Ministerio de Planificación dan cuenta de que con la ejecución de esa estrategia se lograron generar 205.331 empleos en 2006 y 316.203 el año pasado. Delgadillo explicó que las nuevas fuentes de empleos en la presente gestión se generaron, principalmente, en el sector minero, construcción de carreteras y puentes, manufactura, servicios y comercio.
Sin embargo, la autoridad aclaró que se trata de ocupaciones precarias y que no tienen salarios dignos, ni condiciones laborales y medioambientales adecuadas para el trabajador.
Es decir, que no logran satisfacer el gasto de una canasta de alimentos mínima y las condiciones de trabajo se desarrollan sin el respeto de los derechos fundamentales básicos.
Delgadillo explicó que no se lograron generar empleos más sostenibles por la dificultad de hacer cumplir las normas laborales vigentes en los sectores de comercio y servicios. Añadió que cuando se intenta reglamentar a esos rubros para que se acojan a la Ley General de Trabajo, tienden a subir sus costos en forma inmediata.
Alternativas
Para superar esa situación, el Ministerio de Trabajo en coordinación con el de Producción y Microempresa y Planificación para el Desarrollo lanzarán hasta fin de año un Programa de Regularización y Formalización para darle dignidad a las fuentes informales que absorben el 80 por ciento de la mano de obra.
Eso implicará la capacitación para que los trabajadores estén habilitados plenamente en la producción, transformación y comercialización.
En forma previa, hace dos meses, se lanzó el programa Mi Primer Empleo, dirigido a jóvenes de 18 a 24 años. El ministro de Planificación para el Desarrollo, Carlos Villegas, reconoció la semana pasada que una de las tareas pendientes del PND ha sido la generación de más fuentes de trabajo.
Delgadillo anunció que de manera paralela se continuará con el apoyo a la micro y pequeña empresa como uno de los pilares para generar empleo.
Eso a través de la canalización de recursos del Banco de Desarrollo Productivo (BPD) que ha logrado colocar 120 millones de dólares en créditos.
El Ministro señaló que la entidad será apoyada para que se puedan invertir 100 millones de dólares adicionales en el apoyo de empredimientos productivos.
El Ejecutivo a su vez aprobó un fondo de 600 millones de dólares para la reconstrucción productiva y alimentaria que incluye líneas de financiamiento dirigidas a pequeños, medianos y grandes productores, además del mejoramiento de la infraestructura vial, aunque está pendiente su reglamentación para canalizar los recursos a los interesados.
Observaciones
El director de la Fundación para la Pequeña y Mediana Empresa (PyMES) Inaset, José Enrique Velasco, opinó que el Plan de Desarrollo (PND) no llegó a implementar ninguna política dirigidad a la generación de empleo.
Simplemente, dijo, que se encargaron de programas de emergencia como el Plan Nacional de Empleo de Emergencia (Plane) o el Empleo Digno e Intensivo en mano de Obra (Edimo). Señaló que por esa razón es que las fuentes de empleo que se observan tienen un nivel altamente precario que no ayudan a reducir la pobreza. Es el caso de voceadores de minibús o vendedores de discos o DVD “piratas”.
El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) Carlos Arze cuestionó las cifras del Ejecutivo y aseguró que la tasa de desempleo alcanza al 10 por ciento, según una reciente encuesta realizada por la entidad. Esto implica que más de 350.000 personas en el país no tienen una fuente de sustento digna. Además, recordó que una de las estrategias de generación de empleos que propuso el Gobierno era el Programa de Vivienda Solidaria. Se esperaban alrededor de 70.000 empleos, sin embargo, sólo ser aprobó unas 25 mil solicitudes, su impacto es mínimo y no alcanza a satisfacer las necesidades de empleo. En el caso, de la minería los proyectos más importantes como San Cristóbal no albergan a un número importante de mano de obra porque utilizan tecnología de punta en la extracción.
El Cedla afirma que las fuentes creadas fueron temporales
Los empleos que hasta el momento ofreció el Gobierno carecen de sostenibilidad y reproducen las condicones de precariedad en las que se encuentra el 80 por ciento de la población urbana del país.
Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), es el caso de los diferentes programas que encaró el Ejecutivo para resolver la problemática del desempleo: Propais, Empleo Digno y de Emergencia (Edimo) y Mi Primer Empleo dirigido a jóvenes.
“Este tipo de empleos contribuyen a una de las peores expresiones de la flexibilización laboral en estos casi 22años de neoliberalismo, que es la expansión de empleos eventuales, fuente de negación de derechos laborales y de reproducción de niveles de pobreza”.
El análisis del Cedla señala que estas fuentes de trabajo tienen como común denominador la temporalidad, la desprotección de las leyes vigentes y remuneraciones bajas. Precisamente los contratos de trabajo previstos no exceden los 12 meses, siendo la mayoría de tres meses de duración; los salarios oscilan entre 525 bolivianos en el caso del Propais, y 800 bolivianos en el programa Mi primer empleo.
De acuerdo a la institución, en los recientes años se ha comprobado que la antigüedad laboral no supera los cinco años de permanencia en un centro de trabajo. Ya para el 2001, el 45 por ciento de la población urbana ocupada contaba con empleos temporales. A esto se suman los bajos salarios de la fuerza de trabajo desprotegida y con bajo nivel de organización, condiciones necesarias para la acumulación del capital.
Por ello, es que las propuestas del Gobierno son insuficientes en la actualidad porque desconocen los cambios ocurridos en los mercados de trabajo urbanos, cuyas manifestaciones principales son el desempleo , el subempleo, los altos niveles de terciarización, subcontratación, la reducción de costos laborales y la subcontratación.
Existe déficit de 90.000 puestos
La fundación para la Micro y Pequeña Empresa Inaset asegura que Bolivia tiene un déficit acumulado de 90 .000 puestos de trabajo que no se han podido cubrir.
Su director Enrique Velasco señaló que sólo en las ciudades de La Paz y El Alto cada año se necesita la creación en promedio de 20.000 empleos para compensar el crecimiento de la población y la inserción de jóvenes al mercado laboral.
Para este año por ejemplo se requieren 28.000, el 2010 alrededor de 30.000 y hasta la gestión 2025 un total de 50.000 nuevas fuentes de trabajo.
En ese marco, Velasco señaló que una solución que permita satisfacer estas necesiades y alcanzar un crecimiento económico inclusivo sólo podrá ser alcanzada con el aumento de la productividad y del valor agregado, elevar salarios e incrementar la población ocupada en puestos de trabajo dignos y productivos.
El Inaset en el estudio “Bases para una estrategia integral de crecimiento inclusivo con empleo digno”, señala que una de las metas debería apuntar a mejorar la productividad y superar un ingreso de 6.000 dólares por trabajador por año. Para esto apunta que se requiere eliminar la cultura rentista basada en los ingresos de recursos naturales, los altos costos de transacción, burocracia que impiden el desarrollo de nuevos emprendimientos y dejar de priorizarse a la agricultura,minería e hidrocarburos como los ejes del desarrollo.
Según el director del Inaset, Enrrique Velasco, se necesaita impulsar actividades manufactureras vinculadas a mercados de alta capacidad de consumo para aumentar el valor agregado.
Explicó que con las políticas a las que apuesta el Gobierno con la instalación de una planta de separación de líquidos en el Chaco y apertura de fábricas de cartón y papel se invertiran 500 milones de dólares, pero apenas se generarán 5.000 empleos.
En Hidrocarburos, en el área de exploración por cada puesto de trabajo se debe invertir un millón de dólares y en a industrialización 4 millones.
Frente a estas cifras una industria manufacturera de tejido de chompas puede crear un puesto por mil dólares y una de alta costura 7.500 dolares.
Empleos generados el 2006 y 2007
Sectores 2006 2007
Educación 142.465 147.578
Salud 19.336 17.256
Empresas mineras 183 4.819
ABC 13.398
Programa de Empleo
Emleo Digno e Intensivo 8.899
Propaís 43.347 35.791
Pefecturas 54.665
Plan Nacional de Vivienda 20.400
Total 205.331 316.203
Desempleo
2005.- 8,15
2006.- 7,99
2007 .- 7,66
2008.- Inferior al 7,5 por ciento
Empleos
2008.- 150.000
LOS DATOS
El Plan Nacional de Desarrollo prometió la generación de 90.000 empleos por año.
Planificación dice que el 2007 se crearon más de 300.000 puestos en todo el país.
Analistas creen que el país debe apostar por la manufactura para generar valor agregado
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