La época invernal llegó a la sede de gobierno, acompañada por innovaciones en la oferta de la ropa confeccionada por micro y pequeños emprendedores locales.
La plaza Eguino, la avenida Tumusla y las calles Illampu, Isaac Tamayo y Graneros son algunos de los lugares en La Paz donde se puede hallar una variedad de ropa para el invierno.
Ese fue el recorrido realizado por este medio, en el que se pudo apreciar una variedad de modelos, tamaños, colores y materiales de las prendas; pero lo que es común en todas ellas es la protección que brindan frente a las bajas temperaturas.
Son las 9.30 del miércoles 7. Algunas de las “mañaneras” —conocidas así porque salen a ofrecer su propia producción desde las 4.00— aún no han levantado sus puestos de venta.
A unos pasos de la plaza, sobre la calle Illampu, se encuentra la señora Maruja Canasa, que lleva 35 años en el rubro de la confección y vende chamarras de tela rellenas con fibra térmica.
“Éste es el último modelo”, afirma Canasa, mientras muestra una prenda roja con líneas blancas y un cierre al medio. Agrega que es su yerno quien busca nuevos modelos de ropa a través de la internet, herramienta que también utiliza para promocionar y vender las prendas.
En la acera del frente, dos muchachas de acento oriental se prueban chamarras en el puesto de Betty Villca, cuya especialidad es la confección de prendas para varones y mujeres en un material llamado cuero revolcado.
Los modelos que ofrece Betty son diferentes a los que venden sus vecinas. Las revistas son la fuente de inspiración de esta emprendedora que tiene 15 años de experiencia en el rubro. Otros confeccionistas —explica— toman ideas de la ropa que se importa de países como Corea.
Si bien la temperatura comienza a descender en mayo, los microempresarios no dan tregua al trabajo, puesto que la elaboración de las prendas para el invierno se inicia en febrero y se intensifica entre abril y agosto.
Las ventas de este tipo de ropa suben en la época invernal. no obstante, emprendedores como Maruja Canasa diversifican su oferta en las demás estaciones. “También vendemos bien el resto del año porque después, entre agosto y diciembre, hacemos ropa delgada, hacemos rompevientos”, asegura doña Maruja.
Sobre la misma Illampu está la señora María del Rosario, cuyo pequeño emprendimiento se denomina Creaciones Charo y está dedicado a la confección de chompas y sacos de polar.
Doña Charo indica que, si bien el invierno es aprovechado para vender más que el resto del año, las prendas que confecciona tienen demanda no sólo en esta época, puesto que el material que usa es abrigado y liviano a la vez.
La ropa hecha en La Paz viste a las demás regiones e incluso se lleva a otros países. Así, las chompas y sacos de Creaciones Charo se venden en Oruro, Potosí y también en Desaguadero (frontera con Perú) y Argentina.
Las chamarras de doña Maruja son llevadas a Yacuiba, Colombia, Argentina, Chile y Brasil. Mientras, los sacos de Betty Villca tienen mercado seguro en Santa Cruz y en el sur del país.
Además de la confección nacional, la oferta para el invierno se completa con los productos de importación. Así, en San Francisco, en el puesto de venta de doña Martha, se puede hallar bufandas, gorros, guantes desde Bs 5 y de diferentes materiales, medias térmicas y orejeras, tanto para niños como para adultos.
Puntos de vista
“En invierno se vende harto”
MA. del ROSARIO, confeccionista.
“Todo el año trabajamos, acumulamos y, luego, durante los meses de invierno se vende harto. También vendo las prendas en Desaguadero. Además, de aquí llevan la ropa a todas partes, llevan a la Argentina, llevan a Oruro, a Potosí. Mayormente vienen a La Paz para comprar la ropa porque saben que aquí hacemos más. Todo el año costuramos, al menos yo estoy todo el año, porque el polar es abrigado, pero también es liviano”.
“La venta sube desde febrero”
MARUJA CANASA, confeccionista.
“Estoy en el rubro de la confección desde hace más de 35 años. Mi hija ha iniciado su fábrica hace cinco años. Las telas que usamos son coreanas, pero la confección es nacional. Tenemos diferentes modelos, hay chamarras rellenas con fibra térmica, ideales para el invierno. Las llevan a Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Yacuiba. Entre febrero y agosto empieza a subir la venta de esta ropa. Y para verano, hacemos prendas más delgadas”.
“Saco modelos de las revistas”
BETTY VILLCA, confeccionista.
“En pleno invierno sube la producción y también la venta, esto dura unos tres meses, de mayo a julio. Cada confeccionista se especializa en un material y en un modelo. Hacemos distintos modelos para varón y para mujer. Yo confecciono sacos y chamarras de cuero revolcado. Son chamarras térmicas, rellenas con fibra y con piel. Yo me baso en revistas. Otros sacan modelos de la ropa importada”.
La plaza Eguino, la avenida Tumusla y las calles Illampu, Isaac Tamayo y Graneros son algunos de los lugares en La Paz donde se puede hallar una variedad de ropa para el invierno.
Ese fue el recorrido realizado por este medio, en el que se pudo apreciar una variedad de modelos, tamaños, colores y materiales de las prendas; pero lo que es común en todas ellas es la protección que brindan frente a las bajas temperaturas.
Son las 9.30 del miércoles 7. Algunas de las “mañaneras” —conocidas así porque salen a ofrecer su propia producción desde las 4.00— aún no han levantado sus puestos de venta.
A unos pasos de la plaza, sobre la calle Illampu, se encuentra la señora Maruja Canasa, que lleva 35 años en el rubro de la confección y vende chamarras de tela rellenas con fibra térmica.
“Éste es el último modelo”, afirma Canasa, mientras muestra una prenda roja con líneas blancas y un cierre al medio. Agrega que es su yerno quien busca nuevos modelos de ropa a través de la internet, herramienta que también utiliza para promocionar y vender las prendas.
En la acera del frente, dos muchachas de acento oriental se prueban chamarras en el puesto de Betty Villca, cuya especialidad es la confección de prendas para varones y mujeres en un material llamado cuero revolcado.
Los modelos que ofrece Betty son diferentes a los que venden sus vecinas. Las revistas son la fuente de inspiración de esta emprendedora que tiene 15 años de experiencia en el rubro. Otros confeccionistas —explica— toman ideas de la ropa que se importa de países como Corea.
Si bien la temperatura comienza a descender en mayo, los microempresarios no dan tregua al trabajo, puesto que la elaboración de las prendas para el invierno se inicia en febrero y se intensifica entre abril y agosto.
Las ventas de este tipo de ropa suben en la época invernal. no obstante, emprendedores como Maruja Canasa diversifican su oferta en las demás estaciones. “También vendemos bien el resto del año porque después, entre agosto y diciembre, hacemos ropa delgada, hacemos rompevientos”, asegura doña Maruja.
Sobre la misma Illampu está la señora María del Rosario, cuyo pequeño emprendimiento se denomina Creaciones Charo y está dedicado a la confección de chompas y sacos de polar.
Doña Charo indica que, si bien el invierno es aprovechado para vender más que el resto del año, las prendas que confecciona tienen demanda no sólo en esta época, puesto que el material que usa es abrigado y liviano a la vez.
La ropa hecha en La Paz viste a las demás regiones e incluso se lleva a otros países. Así, las chompas y sacos de Creaciones Charo se venden en Oruro, Potosí y también en Desaguadero (frontera con Perú) y Argentina.
Las chamarras de doña Maruja son llevadas a Yacuiba, Colombia, Argentina, Chile y Brasil. Mientras, los sacos de Betty Villca tienen mercado seguro en Santa Cruz y en el sur del país.
Además de la confección nacional, la oferta para el invierno se completa con los productos de importación. Así, en San Francisco, en el puesto de venta de doña Martha, se puede hallar bufandas, gorros, guantes desde Bs 5 y de diferentes materiales, medias térmicas y orejeras, tanto para niños como para adultos.
Puntos de vista
“En invierno se vende harto”
MA. del ROSARIO, confeccionista.
“Todo el año trabajamos, acumulamos y, luego, durante los meses de invierno se vende harto. También vendo las prendas en Desaguadero. Además, de aquí llevan la ropa a todas partes, llevan a la Argentina, llevan a Oruro, a Potosí. Mayormente vienen a La Paz para comprar la ropa porque saben que aquí hacemos más. Todo el año costuramos, al menos yo estoy todo el año, porque el polar es abrigado, pero también es liviano”.
“La venta sube desde febrero”
MARUJA CANASA, confeccionista.
“Estoy en el rubro de la confección desde hace más de 35 años. Mi hija ha iniciado su fábrica hace cinco años. Las telas que usamos son coreanas, pero la confección es nacional. Tenemos diferentes modelos, hay chamarras rellenas con fibra térmica, ideales para el invierno. Las llevan a Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Yacuiba. Entre febrero y agosto empieza a subir la venta de esta ropa. Y para verano, hacemos prendas más delgadas”.
“Saco modelos de las revistas”
BETTY VILLCA, confeccionista.
“En pleno invierno sube la producción y también la venta, esto dura unos tres meses, de mayo a julio. Cada confeccionista se especializa en un material y en un modelo. Hacemos distintos modelos para varón y para mujer. Yo confecciono sacos y chamarras de cuero revolcado. Son chamarras térmicas, rellenas con fibra y con piel. Yo me baso en revistas. Otros sacan modelos de la ropa importada”.
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