El gran reto de las empresas familiares —que actualmente constituyen el 70% de las compañías en el mundo— es lograr continuidad, crecimiento y permanencia en el mercado; puesto que el 60% de ellas no sobrevive a la segunda generación y el 85% no llega a una tercera.
Esta temática fue abordada en un seminario organizado por la Cámara de Comercio Boliviano - Alemana. En el evento, el argentino Gabriel Berczeley, experto en temas empresariales, identificó las características y los problemas de las compañías familiares y planteó soluciones para el desarrollo de la empresa.
A decir de Berczeley, uno de los principales obstáculos que afectan al desempeño de estas compañías es la confusión de roles entre familia y empresa. “Si se juntan las dos cosas, es muy difícil manejarlas porque las decisiones van a ser más emocionales que objetivas”. La sugerencia que planteó el experto es, precisamente, separar ambos roles.
Para ello —agrega— es necesario contar con tres órganos que tengan funciones específicas y claras. Uno de ellos es el Directorio Externo, que velará por los intereses de los propietarios, manejará los eventuales conflictos y asegurará una buena sucesión. También se requiere un Consejo de Familia que reglamente la relación familia-empresa a través de un protocolo. Finalmente, se precisa una Gerencia para el manejo profesional del negocio.
Esta temática fue abordada en un seminario organizado por la Cámara de Comercio Boliviano - Alemana. En el evento, el argentino Gabriel Berczeley, experto en temas empresariales, identificó las características y los problemas de las compañías familiares y planteó soluciones para el desarrollo de la empresa.
A decir de Berczeley, uno de los principales obstáculos que afectan al desempeño de estas compañías es la confusión de roles entre familia y empresa. “Si se juntan las dos cosas, es muy difícil manejarlas porque las decisiones van a ser más emocionales que objetivas”. La sugerencia que planteó el experto es, precisamente, separar ambos roles.
Para ello —agrega— es necesario contar con tres órganos que tengan funciones específicas y claras. Uno de ellos es el Directorio Externo, que velará por los intereses de los propietarios, manejará los eventuales conflictos y asegurará una buena sucesión. También se requiere un Consejo de Familia que reglamente la relación familia-empresa a través de un protocolo. Finalmente, se precisa una Gerencia para el manejo profesional del negocio.
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