domingo, 22 de enero de 2017

Perder mercado de EEUU fue un duro golpe


Uno de los desaciertos más visibles en el Gobierno de Evo Morales es la pérdida de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA por sus siglas en inglés), porque se cerró el mercado más importante para los productos bolivianos, afirmó la directora de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), María de la Cruz Bayá.

“Soy una crítica acérrima de haber concluido la ATPDEA, porque el comercio con este país sostenía a unas 60 mil familias del país”.

Recordó que Estados Unidos abrió sus puertas a los productos bolivianos con la condición de que se erradique la coca, y cuando se rompió el acuerdo, en julio de 2009, “los que perdimos somos los bolivianos”.

“Al Gobierno de EEUU no le afecta que nuestros productos dejen de ingresar, pero para nosotros es fundamental ese mercado porque alimenta a gran parte de nuestra economía”.

Según Bayá, desde que se perdió el ATPDEA, el país exporta gente (mediante la migración), bolivianos que salen afuera y sufren hambre, miseria y abandono, pese a que contribuyen a la economía de Bolivia (con las remesas que envían) y del país en el que viven, con su fuerza de trabajo.

Para superar la ruptura con este país, el Gobierno debe dejar de lado la lógica de la agresión.

“Ningún país querrá tener relaciones con el nuestro si golpeamos primero. Tenemos que aprender a respetar y tolerar las opiniones y lineamientos de la política internacional”.

DROGAS

La imagen del país en el ámbito internacional está deteriorada a causa de la corrupción y el narcotráfico, que afecta a la credibilidad del Estado, advirtió Bayá.

La experta en Derecho Internacional recordó que en Brasil, las autoridades de ese país afirmaron en varias oportunidades que Bolivia es un peligro para la salud de su juventud, por el ingreso de droga.

“No estamos lejos de un proceso de militarización en la frontera con Brasil”, advirtió.

POLÍTICA DE ESTADO

Bayá afirmó que un error cometido por este Gobierno, en el que también incurrieron sus antecesores, es que no ha podido desarrollar una política de Estado.

“Lo que el Gobierno ha hecho es desarrollar una política destinada a consolidar las intenciones del grupo gobernante. Un ejemplo de ello es la red que se ha construido en torno a la ALBA, Unasur y CELAC.

“Una política de Estado debe tener un norte que empieza y termina en Bolivia, pero en nuestro caso, los gobiernos han priorizado su necesidad de permanencia, de consolidación y fortalecimiento en el poder.

Con respecto a las relaciones del Gobierno del presidente Evo Morales con el Vaticano y su acercamiento, la docente universitaria consideró que se trata simplemente de marketing político y no de convicción.

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