Ante la cercanía de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los resultados de éstas, los exportadores bolivianos confían en la institucionalidad de ese país y apuntan a que el Gobierno boliviano mire el verdadero potencial del mercado estadounidense.
La Cámara Americana de Comercio de Bolivia (AMCHAM Bolivia) tuvo un encuentro, a finales de agosto, con funcionarios de la embajada de Estados Unidos en el país. Allí, el oficial político de la delegación diplomática, Sean Boda, explicó las características del proceso electoral que se vive en el país del norte y respondió algunas interrogantes acerca del futuro de las relaciones comerciales entre ambos países.
"Estados Unidos es un país muy institucionalizado en sus distintas reparticiones. Entonces, no vemos ninguna diferencia entre que gane uno u otro candidato, nosotros simplemente estamos abocados a ampliar el comercio entre los dos países”, afirmó el presidente del directorio de la AMCHAM, Gonzalo Bedoya, al final de la cita.
De enero a abril de 2016, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las exportaciones bolivianas a Estados Unidos llegaron a un valor de 332 millones de dólares, 24% menos que igual lapso en la gestión pasada. De acuerdo con la AMCHAM, el año pasado las relaciones comerciales entre ambos países llegaron a 1.000 millones de dólares, con una tendencia a la baja.
Este descenso, aclaró Bedoya, no se presenta precisamente desde el corte del Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (ATPDEA, por sus siglas en inglés), más bien, es notable desde 2014, "quizá con la desaceleración general mundial”.
"Estados Unidos tiene las puertas abiertas para 3.500 productos bolivianos, pero de Bolivia entran a ese país sólo 35, entonces, imagínense el desperdicio de oportunidades”, reflexionó Bedoya. El ATPDEA -con diferencia a otros acuerdos- implica facilidades en aranceles relacionados a joyas principalmente, pero los demás servicios y productos tienen las puertas abiertas en Estados Unidos.
Hasta 2014 el comercio era bueno, pero ahora se percibe que la desaceleración de la economía mundial influye para que una tendencia que iba en subida se haya revertido en una tendencia de disminución.
"Mil millones de dólares en negocios entre ambos países es poco, porque Bolivia podría exportar cinco a diez veces más”, afirmó Bedoya.
Capacidad de reacción
"Bolivia no ha sabido reaccionar ante la desaceleración y las cifras están en caída desde 2014; no tiene relación con el ATPDEA para nada”, lamentó el ejecutivo de la AMCHAM.
Durante el período 2006-2015, Bolivia exportó a Estados Unidos un valor de 9.324 millones de dólares, lo que implica un crecimiento de 193%. A inicio del período la mayor parte de las exportaciones eran productos no tradicionales, empero las ventas tradicionales se impusieron hasta representar más del 80%.
De las importaciones que se realizaron desde Estados Unidos en 2015, sobresalieron las compras de productos como bienes de capital con una participación en conjunto del 37%. Le siguen los suministros industriales (23%) y los equipos de transporte (18%).
Para las cerca de 250 empresas bolivianas que conforman la AMCHAM, más allá de las posturas políticas, es importante que se estrechen los lazos comerciales. "Lo que queremos es que el Gobierno boliviano reconozca el potencial que tiene Estados Unidos en cuanto a beneficios para el país, aprovechar más las relaciones comerciales, no perdernos en debates sobre el hecho de haber perdido el ATPDEA, sino ver, más bien, que hay otras instancias, otros acuerdos que están abiertos para el comercio boliviano y que lamentablemente los estamos desaprovechando”, insistió el presidente del directorio de la AMCHAM.
En 2015, el principal departamento importador desde Estados Unidos fue Santa Cruz, que representó un 46% del total importado de Bolivia, seguido por La Paz (18%), Oruro (17%), Cochabamba (13%) y Tarija (5%).
Existe también una cantidad importante de franquicias estadounidenses que ya están en Bolivia y han llegado a Santa Cruz. Dentro de un mes, una misión de 40 empresas de Estados Unidos visitará el país para ver de cerca el mercado boliviano.
Existe poca probabilidad de cambios
"Somos un país abierto al comercio. No veo, sea quien sea el presidente o presidenta, un gran cambio en las políticas comerciales. La verdad es que sería muy difícil implementar políticas proteccionistas porque somos parte de este mundo globalizado”, afirma el oficial político de la embajada de los Estados Unidos en Bolivia, Sean Boda.
El diplomático explica que "el comercio tiene un peso muy importante en el poder político” del país norteamericano. Algunos análisis de expertos indican que las medidas comerciales de corte proteccionista que propone el candidato Donald Trump en un eventual gobierno suyo afectarían de manera particular a China, primer socio comercial de Estados Unidos, y a México, tercer socio comercial después de Canadá. En ambos casos, se trata de países que producen y exportan productos industriales medianamente intensivos en capital y tecnología.
El intercambio comercial con países como el nuestro, cuyas exportaciones a ese mercado consisten principalmente en diferentes cultivos alimenticios, minerales y servicios, parece estar seguro. Pero, para Boda "los acuerdos van a seguir vigentes”.
Independientemente de quién gane las elecciones presidenciales en su país, es posible, dice el diplomático, que hayan algunos pequeños cambios en cuanto a comercios, ya que tanto Trump como Hillary Clinton hicieron promesas en ese aspecto. "Pero, al fin y al cabo, somos un país globalizado, infinitamente metido en el comercio mundial y no veo que hayan muchos cambios en nuestras políticas”, señala.
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