El responsable de Industrias de Sanidad Ambiental del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Óscar Amaya, informó ayer que en el departamento existen unas 30 fábricas clandestinas de bebidas alcohólicas.
Esta información fue brindada después de que el jueves la Intendencia clausuró y decomisó 12.000 botellas de una fábrica clandestina que usaba recipientes usados para envasar sidra, vino, ron y otras bebidas.
Recomendó a la población tomar precauciones al momento de comprar una bebida como revisar el registro sanitario, la consistencia del producto, el etiquetado y envase. “Generalmente los productos de dudosa procedencia tienen un precio más barato, entonces se debe desconfiar de ellos”, indicó.
Sanidad Ambiental clausuró esta fábrica, debido a que la misma tenía registro sanitario caducado, otorgado sólo para la fabricación de sidra, con el nombre de industria de bebidas Mayady.
Añadió que la fábrica no cuenta con las condiciones sanitarias adecuadas. “Todo el proceso de elaboración de bebidas debe realizarse en ambientes cerrados”, dijo.
El responsable regional del Viceministerio de Defensa al Consumidor, Ricardo Rojas, informó que los productos adulterados y de mala calidad en su mayoría son enviados a municipios alejados.
“Solicitamos a las alcaldías realizar inspecciones constantes”, recomendó el funcionario.
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