De acuerdo con la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), del total de las exportaciones a octubre de 2014 ($us 11.113 millones), más del 90% se transan en dólares y el resto en otras divisas, en especial el euro, por lo que la caída del precio del crudo es una buena noticia para el sector, que ve cómo la moneda estadounidense se fortalece, al ritmo de que la economía número uno del mundo se va recuperando.
Guillermo Pou Munt, presidente de la CEPB, explicó que en las relaciones comerciales el exportador nacional se refugia en el dólar, que por historia y tradición es la moneda por excelencia en el comercio exterior.
Pou Munt sostuvo que más que nunca el dólar, debido al descenso del precio del petróleo, es la moneda por excelencia para hacer negocios y que esta situación seguirá mientras el crudo siga perdiendo valor.
Divisas marginales
Oswaldo Barriga, gerente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), sostuvo que entre las divisas que mayor peso tienen en las exportaciones se encuentra el dólar, que por la crisis en la economía de EEUU estaba perdiendo terreno frente al euro y el yuan (China), pero que ante el desplome del barril de petroleo nuevamente se fortalece.
Barriga remarcó que el grueso de las ventas al exterior se realiza en la moneda estadounidense y que las otras, como el yen, el rublo, el euro o el yuan, son marginales, que no tienen un peso importante en las exportaciones o importaciones que los empresarios realizan.
Barriga hizo notar que, a pesar de este buen momento, con un dólar fuerte y en franca recuperación los exportadores no lo pueden apreciar debido al tipo de cambio que hay en el país y que a su criterio será muy complicado para el Gobierno seguir manteniendo la actual banda cambiaria, que se verá presionada por una divisa cada vez más fuerte.
Para Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el panorama actual de las divisas más importantes del mundo presentan un dólar fortalecido por la caída del crudo y por un repunte de la economía de EEUU, que en 2013 creció un 5%, mientras que el euro está estancado porque los países europeos no muestran señal de crecimiento y el yuan, que antes se mostraba agresivo y con un potencia de expansión, se contrajo debido a que China ha desacelerado su ritmo de crecimiento y de compra de materias primas
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