martes, 22 de abril de 2014

Cuestionan que el Estado compita a la hora de invertir

Cuando la inversión pública sustituye o compite con las inversiones privadas se generan distorsiones en el desarrollo económico del país, coinciden analistas económicos en que la tarea del sector público es invertir en infraestructura y brindar condiciones para que el sector privado invierta en el país.

Según el economista Alberto Bonadona, el Estado no debería invertir en "pequeñas empresas" como Papelbol o Cartonbol, sino tendría que invertir en sectores estratégicos que vayan a generar ingresos considerables para la economía en su conjunto, por ejemplo, en rubros como el acero y derivados de los hidrocarburos.

El Estado debe “invertir en todo aquello que al sector privado no le interese (…) como carreteras, porque carreteras es lo que requiere el sector privado para desarrollar sus actividades”, manifiesta el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Armando Méndez.

Problemas sectoriales

Al respecto, el vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas indica que hay condiciones para invertir, pero existen trabas internas que no permiten que la inversión fluya.

El empresario explicó que en el sector constructor se definieron cinco temas críticos que no permiten su desarrollo, al igual que en el sector forestal y agroforestal, que sufren por el avasallamiento, lo que no alienta las inversiones.

“Recién hemos visto la muerte de un guardia en Pozo del Tigre por un grupo de avasalladores, eso aleja la inversión, genera temor y desconfianza, por eso deben resolverse los problemas sectoriales para que la inversión privada fluya” expresa Nostas.

Competencia

Al respecto, Méndez dice que en la actualidad, “la inversión pública está compitiendo con el sector privado” lo que crea distorsiones económicas, es decir, que el sector público está creando una competencia desleal porque el Estado utiliza recursos de la gente, mientras que el sector privado trabaja con recursos propios.

A ello se suma que las empresas estatales pueden producir con precios bajos, los cuales no reflejan la realidad de la inversión y ofertan sus productos a un costo falso, en desmedro del sector privado que produce a nivel real.

Ello ocasiona que el sector privado se vea desmotivado y “probablemente se retire de la actividad que realizaba, ya que el Estado lo está haciendo, eso distorsiona toda la actividad económica y la inversión de recursos” señala Méndez.

Estado empresarial

La economía boliviana ya no está basada sólo en la inversión privada y extranjera, según Bonadona hay una gruesa participación en la actividad productiva por parte del sector público. Como resultado de eso, algunos sectores tienen un apoyo económico que de otra manera no hubieran logrado. Por ejemplo, el sector petrolero creció gracias a los recursos del sector público con los que cuenta.

“Aunque falta mucho en cuanto a la exploración de hidrocarburos, se espera que se logre con los recursos que ahora tienen”, señala Bonadona.

En esa lógica, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hace referencia a la necesidad de responder dos cuestionamientos cuando se trata de recursos públicos; primero, si las propuestas de que se dispone son convenientes individualmente consideradas y segundo, cuál de éstas es la que optimizará el presupuesto.

La economista y asesora de la Federación de Entidades Privadas Empresariales de Cochabamba (FEPC), Gabriela Encinas, destaca que un proyecto de inversión pública debe ser elegido como resultado de una evaluación en la que se cuantifiquen los impactos directos e indirectos de su ejecución.

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