domingo, 27 de abril de 2014

Crece la demanda de alarmas y advierten sobre equipos malos



A la par del crecimiento de la demanda de alarmas, cámaras de vigilancia y otros productos electrónicos de seguridad en Santa Cruz, surge la advertencia sobre la oferta de productos asiáticos de mala calidad.

Las empresas Telemergencia y Vigitek, con varios años en el mercado, coinciden en que la demanda de los servicios aumentó entre un 50% y un 100%, no solo por el crecimiento de la inseguridad, sino también por una mayor toma de conciencia de la gente sobre los beneficios.

“Hace más de tres años existía una tecnofobia, pero ahora la seguridad electrónica es parte de la canasta familiar”, asegura Ronald Parada, gerente comercial de Telemergencia.

Según dice, muchos clientes migran a su empresa después de haberse decepcionado de productos que adquirieron en mercados o tiendas y que resultaron ser de baja calidad, por lo que se deprecian rápido. “Hay una diversidad de productos chinos que están entrando al país por diferentes vías, legales e ilegales, pero no ofrecen calidad ni garantía”, insiste.

“Por la necesidad la gente compra cualquier equipo, no les interesa ver cuál es su origen”, reconoce la gerenta administrativa de Vigitek, Jerusa Coímbra. El gerente técnico de esta empresa, Franz Flores, incluso advierte de que esos equipos, por su masividad, son manipulados no solo por técnicos, sino también por antisociales que saben cómo anularlos o desactivarlos.

Telemergencia importa tecnología canadiense, coreana y Vigitek, estadounidense. Entre ambas atienden más de 5.000 clientes en la ciudad. La primera está trabajando en un moderno sistema que integre alarmas, controles de acceso y sistemas de cámaras; mientras que la segunda alista un nuevo producto denominado Tuxedo Touch que, entre sus beneficios, está el poder controlarlo desde un celular y monitorizar cámaras por internet.

Los guardias de seguridad

El sistema de guardias privados también sufrió un incremento. Tal es el caso de la empresa Cerberus Seguridad que hasta hace cuatro años tenía una demanda de cotización cada dos semanas y ahora tiene de dos a cuatro por semana.

Si bien no pueden usar armas, gas pimienta o picanas porque están prohibidas por ley, el gerente administrativo de esta empresa, Olivier Cauchie, considera que la gente sí confía en los guardias, aunque paradójicamente cada vez quiere pagar menos. Esto provoca, en la mayoría de las empresas, la contratación de gente con poca capacitación, generando inestabilidad laboral y rotación del personal


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