lunes, 24 de octubre de 2011

Bolivia y la “bomba” china

EL LEMA EN LA CHINA DE HOY ES “EL TIEMPO ES DINERO”| BOLIVIA DEBE ACOMODARSE YA A LAS REGLAS DE SU NUEVO SOCIO.

No es una casualidad que el nuevo idioma de “moda” en Bolivia sea el chino mandarín. Los traductores que viajan con los comerciantes bolivianos hacia China, son excelentemente bien pagados por lo que cada vez más jóvenes se inclinan por estudiar este idioma y hacer ese trabajo que puede resultar muy interesante. Y no sólo ellos.

Los empresarios nacionales se están dando cuenta de que el momento en que los negocios con los chinos se hagan más sólidos y frecuentes ya ha llegado, y están adaptando y capacitando a su personal para ello. Un profesional que tenga en su hoja de vida al chino mandarín como idioma secundario, tiene una gran ventaja sobre los demás.

Hoy Bolivia y China han establecido acuerdos comerciales claros, comenzando con la fabricación y posterior venta en 300 millones de dólares del satélite de comunicaciones Tupac Katari “made in China”. Este es sólo el principio.

LOS QUE MÁS

China es la nación que más invierte en Latinoamérica y el Caribe, al registrar 9 por ciento del total de los flujos de capital, según reseñó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Según datos oficiales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la gestión 2010 China importó del mundo 1,4 billones de dólares, manteniéndose como el segundo mayor importador mundial detrás de EEUU.

Llama la atención el funcionamiento de este estado socialista-capitalista, que se administra de forma en que puede autoabastecer en un 95% a 1.300 millones de bocas, pero que es a la vez el mayor comprador del mundo junto a Estados Unidos.

Para los analistas, el éxito de China está basado en su prioridad por el bienestar del pueblo, más allá del bienestar personal. La comunidad pesa mucho en la sociedad china. Más fuentes de empleo, mayores ingresos personales, así como mejores programas de salud, educación y seguridad social.

La alta población de este gigante asiático explica el alto volumen de las compras estatales, así como la construcción de industrias y/o viviendas. Además se acaba de aprobar una ley reconociendo la propiedad privada.

La obediencia de esa sociedad a las normas establecidas, lograda a través de estrategias de desarrollo a largo plazo, también ha sido parte de la fórmula. Esto se refleja en el crecimiento sostenido de China a través de la industria, estratégicamente ubicada por provincias y en grandes parques industriales, ferias de desarrollo y zonas especiales para el progreso de la industria textil, una de las más importantes de ese país.

Pese a algunos obstáculos, considerados políticos, China se ha abierto a la inversión nacional y extranjera, lo que le ha permitido aumentar sus reservas y crear una nueva generación de prósperos empresarios, y personal más calificado.

GRAN INVERSIONISTA

China compra mucho, e invierte mucho también. Por ello la relación con Bolivia, que no es nueva pero que ha comenzado a reafirmarse en los hechos con el gobierno de Evo Morales, se ha convertido en un eje importante a nivel comercial, pese a que el año pasado, Bolivia apenas registró exportaciones a China por un 0,015% de las compras mundiales de ese país.

De acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las exportaciones bolivianas a China registraron su mayor nivel en el 2010 respecto de años anteriores con un monto de 208 millones de dólares, mientras que las compras a ese país también marcaron un récord, con 536 millones. El presidente del IBCE, Wilfredo Rojo, dice que se ha registrado un récord, creciendo cada vez más la relación comercial con el gigante asiático.

Aunque existe una cifra roja contra Bolivia de 328 millones que se le debería a China; esta deuda se va reduciendo a medida que se incrementa el comercio con ese país. Lo que es cierto, es que la mayoría de productos que se le venden a China, son materia prima y minerales (plata, estaño, zinc y plomo), que no tienen un valor agregado.

Sin embargo, los empresarios bolivianos pretenden que el gobierno cambie los contratos en ese sentido, para poder comercializar productos que no son tradicionales.

El presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco), Luis Barbery, asegura que los empresarios bolivianos están decididos a aumentar exportaciones e importaciones con China en diferentes rubros, sobre todo en productos no tradicionales y ecológicos.

"Si bien Bolivia tiene la capacidad de aumentar su cuota de mercado hacia China, según su demanda, con productos tradicionales como los minerales, (...) existe un gran potencial para estrechar las relaciones comerciales a través de la oferta de productos no tradicionales y ecológicos".

Bolivia ha comprado a China un total de 3.734 productos, siendo el principal rubro de importación las motocicletas, seguido de los insecticidas.

Los productos que Bolivia vendió a China fueron, principalmente, minerales (plata, estaño, cinc y plomo) por 165 millones de dólares (con otros minerales, que representan un 87 por ciento del total). La madera aserrada, con 11 millones y una participación de casi un 6 por ciento, fue el otro rubro más vendido.

NEGOCIOS “PROFUNDOS”

En mayo pasado, los empresarios bolivianos viajaron a China para buscar alternativas de negocios. Entre los intereses chinos se destaca el acero del Mutún, el litio, la generación de electricidad, la construcción de vías férreas y otros rubros que beneficiarían en algunos casos directamente a las comunidades. La Feria de Cantón, que se realiza cada año y es una de las más grandes del mundo, es un espacio ideal para establecer relaciones comerciales. Al tener varios sectores, la convierte en una gran oportunidad para los empresarios.

Además, sobre todo en estos últimos meses, el gobierno boliviano se ha acercado al chino, y la última visita del presidente Morales ha puesto en agenda como un imperativo el afianzar las relaciones comerciales. Al respecto, el primer ministro chino, Wen Jiabao, ha expresado su convencimiento de que la visita del presidente de Bolivia "servirá para fomentar el desarrollo de las relaciones entre China y Bolivia, porque a pesar de la larga distancia geográfica, China y Bolivia somos dos países amigos".

El objetivo principal de esta segunda visita de Morales a China fue reunirse con gigantes estatales inversores chinos que ya tienen algún tipo de inversión en Bolivia, además de buscar nuevos recursos.

Aldo Ruiz Rivero, diplomático y abogado especialista en Comercio Internacional, alerta sin embargo sobre ciertas medidas que son urgentes de tomar en cuenta en esta relación. La primera es la importancia de dejar de ser sólo proveedores de materias primas y de ser compradores de sus bienes manufacturados, porque esto deteriora el nivel de las relaciones comerciales con ese país. La segunda es no crear una relación excesivamente paternalista y la tercera es evaluar realmente que China va camino a ser la mayor potencia internacional del mundo, con todo lo que ello significa.

Una vez el pequeño gran Napoleón dijo de China. “Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte se moverá el mundo entero”. Hoy el gigante está completamente despierto, y está moviendo al mundo. (Con datos de IBCE, La Razón, Nueva Economía, BBC).

" Bolivia exportó más de mil productos al mundo en 2010; sin embargo a China, el segundo mayor comprador del planeta, solo le vendió 86 bienes, en su mayoría materias primas"

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al mes de agosto de 2011, las exportaciones bolivianas a China totalizaron 224 millones de dólares, siendo los principales productos exportados los minerales (plata, estaño, cinc, plomo), madera y sus manufacturas, cueros, castaña y textiles; mientras que las importaciones alcanzaron los 542 millones, constituidos principalmente por aviones, motocicletas, aparatos para la industria petrolera, tecnología, entre otros.


China la apetecida

Ing. Limberg Menacho Ardaya

“China es una economía muy importante para Bolivia porque representa un inmenso mercado de 1.300 millones de consumidores, tiene aranceles bajos, las restricciones al comercio van en descenso y una parte importante de las materias primas e insumos tienen acceso libre a ese mercado, que es considerado como la “fábrica del mundo”.


Adicionalmente a los aspectos comerciales, el poder alcanzar un mayor acercamiento con China podría posibilitar la atracción de inversiones de ese país a Bolivia para proyectos de desarrollo industrial, renovación tecnológica y por ende generación de empleo para los bolivianos.


La mejor forma de ampliar mercados es por la vía de la integración con países o regiones que con las cuales se pueda alcanzar una buena complementación. La suscripción de un Acuerdo Comercial implica asumir derechos y obligaciones, da certeza a la hora de definir precios y hacer negocios, pero sobre todo incentiva el buscar excedentes en producción para abastecer el mercado externo, beneficiando también de esta forma al consumidor nacional con productos de calidad de exportación.


Todo depende de la voluntad política de negociar la mayor cantidad de Acuerdos bilaterales, pero sobre todo está en saber negociar en beneficio del país.


Bolivia puede cubrir los requisitos que pide China, pero existen barreras de orden interno que se deben superar como ser la escala de producción y mejores políticas públicas en el país para apoyar el esfuerzo de los productores y exportadores bolivianos.


Siempre y cuando haya voluntad política de hacerlo se podrá avanzar en un mayor acercamiento con China tal y como está sucediendo con el resto de países de la región. Chile por ejemplo tiene un Acuerdo de Libre Comercio con China, y antes de que concluyera su negociación -sabiendo a dónde querían llegar- el Gobierno de ese país estimuló el aprendizaje del idioma “mandarín”, y más de 30 empresas chilenas se habían instalado con sus capitales en el mercado de la China, con miras a aprovecharlo, una vez su Gobierno hubiera allanado el camino con la negociación bilateral.


Si bien lo que más compra China es materia prima para transformarla, existe la oportunidad de atraer inversiones, permitiendo la creación de nuevas empresas que buscarán exportar a ese mercado desde Bolivia, dado los ingentes recursos naturales con los que cuenta el país.


Existe un déficit de 318 millones en contra de Bolivia, pero el mismo puede ser reducido en poco tiempo con mejores condiciones de acceso al mercado chino, si se contara con un Acuerdo Comercial, que otorgue certeza a los negocios.


Entre las desventajas podría estar la distancia geográfica que existe con ese mercado, el cual sin embargo con el desarrollo de economías de escala puede ser subsanado, por otra parte estarían las deficiencias internas (infraestructura, falta de tecnología, bajo nivel de producción), pero que con adecuadas políticas públicas pueden ser superadas en el mediano plazo.


Necesariamente para por la definición de políticas tendientes en ampliar mercados para las exportaciones bolivianas, si no existe voluntad política lo comercial tampoco avanza.”


* Limberg Menacho Ardaya es Gerente Técnico del IBCE

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